Arquitectura brutalista: características y su relación con una premiada película

Este estilo arquitectónico tiene al hormigón como material estrella. Cuál es su origen, exponentes y el vínculo con el film protagonizado por Adrien Brody, ganador de dos Oscars.

Relacionado con términos como violento o salvaje, el término brutalismo comenzó a tomar relevancia a partir de las nominaciones y posterior premiación (actor protagónico, entre otras) al Oscar de la película El Brutalista, protagonizada por Adrien Brody. Sin embargo, en el mundo de la arquitectura esta palabra es más que conocida.

La revista Área Tres te cuenta los detalles de este estilo arquitectónico, su auge, origen y características y cuál es la relación que guarda con el film dirigido y producido por Brady Corbet, que está ambientada en la post Segunda Guerra Mundial.

¿Qué es la arquitectura brutalista?

La arquitectura brutalista tiene al hormigón como materia prima estrella. Un elemento que otorga infinitas posibilidades en cuanto al diseño y funcionalidad.

De hecho, hace más de medio siglo el estilo brutalista apostó a trasladar a los edificios una sensación de grandeza a través de una solución económica y simple, aparentemente sin pretensiones, pero que esconde un meticuloso trabajo arquitectónico.

Además, con un aspecto inconfundible que tiene tramas y colores característicos, estas construcciones sumaron luego materiales como el ladrillo, acero y vidrio y en muchos casos dejan a la vista los medios de construcción empleados.

Nacido luego de la Segunda Guerra Mundial, el brutalismo adquirió una gran popularidad debido a la necesidad de estructuras baratas y funcionales que le dieran uniformidad y reconstrucción a los contendientes.

Algunas de las regiones que incorporaron esta corriente fueron, principalmente los regímenes soviéticos, con el objetivo de construir "la nueva utopía socialista". Aunque también lo hicieron Europa y Asia Central.

Por ello, esa materialidad derivó más tarde en un rechazo de la población a este tipo de construcción, ya que se asoció a frialdad y a estructuras crudas.

Sin embargo, anteriormente, en sus orígenes, esta corriente encontró su inspiración en un icono de la arquitectura, nada menos que el suizo Le Corbusier y su famoso Unité d'Habitation.

El béton brut, la traducción francesa para el hormigón bruto, encontró en las manos de este artista una versatilidad digna de su talla y talento. Después, el arquitecto británico Reyner Banham adaptó el término como brutalism (en inglés) y fue en ese punto del planeta, en el Reino Unido, que tomó impulso.

Características de la arquitectura brutalista

La arquitectura brutalista ofrece un abanico de características que la distinguen del resto de los sistemas. A pesar de que cada uno de sus referentes firma sus obras con detalles únicos que le dan identidad y sello propio, todas comparten los cimientos de este estilo.

¿Cuáles son esos rasgos?

  • Uso del hormigón: Se trata de su rasgo más característico y definitorio. Aunque el brutalismo combina otros materiales que derivan en el mismo efecto, el hormigón es la materia prima fundamental de estas construcciones.

  • Funcionalidad: Teniendo en cuenta que el brutalismo surgió en la posguerra se puede deducir fácilmente que una de sus marcas identitarias es la practicidad. Ciertamente, sin renunciar a la estética que da a las construcciones su particularidad, la meta es que propicien la mejora de las condiciones sociales. Los edificios racionales y funcionales, no conquistaron por completo a las personas a las que iban destinados.

  • Formas sencillas: Junto con la utilización del hormigón en bruto, la creación e implementación de las formas sencillas es otra de las características básicas de la arquitectura brutalista. El trabajo y moldeo del hormigón se erigen como otras de las peculiaridades que dan fuerza a las estructuras.

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La película El Brutalista

La película El Brutalista, ganadora de 3 premios Oscar (2025) en las categorías mejor actor protagónico (Adrien Brody), mejor música original y mejor fotografía, proyecta en la pantalla grande el viaje del arquitecto judío de origen húngaro László Tóth que emigra en 1947 a los Estados Unidos.

Sobreviviente de la Segunda Guerra Mundial y sus campos de concentración, el profesional, instruido en la Bauhaus, reconstruye su vida en tierras norteamericanas con la misión de reencontrarse con su familia.

A pesar de las críticas de algunos expertos que señalan errores técnicos referidos al estilo y ponen un manto de duda sobre si su protagonista es, en efecto, un arquitecto brutalista, hubo medios que pusieron en valor el film dirigido por Brady Corbet, quien aseguró que el personaje principal es una "amalgama" de varios arquitectos famosos, en particular Breuer, y que no está basada en hechos reales.

El renombrado periodista Gabriele Niola, por ejemplo, publicó en Domus, un sitio especializado, que la película "no solo muestra algunas de las imágenes más impactantes de arquitectura y diseño jamás llevadas a la pantalla, sino que también captura y retrata magistralmente lo que hace de la arquitectura una forma de arte y cómo uno puede hablar de sí mismo, del mundo y de las relaciones entre las personas a través del diseño".

Brutalismo en Argentina

En Argentina, Clorindo Testa fue el máximo exponente del brutalismo. Nacido en Italia, pero nacionalizado en el país, este arquitecto diseñó junto con Alicia Cazzanigala, la Biblioteca Nacional Mariano Moreno, ubicada en Buenos Aires.

Declarada como Monumento Histórico Nacional en 2019, en el proyecto original de la obra se preveía el aprovechamiento del espacio y la preservación de los espacios verdes y se hizo con una construcción mínima en la planta baja, según la propia página web del edificio.

Las palabras precisas indican que "que la estructura principal ha sido resuelta en hormigón armado, revistiendo un carácter arquitectónico destinado a quedar expuesto".

Mientras que la Escuela Superior de Comercio Manuel Belgrano, de la ciudad de Córdoba, es otro de los ejemplos considerados como más sofisticados del brutalismo argentino.

Osvaldo Bidinost, Jorge Chute, José María Gassó, Mabel Lapacó y Martín Meyer se encargaron del diseño y su construcción se realizó entre 1960 y 1971, como resultado de un concurso de anteproyectos convocado por la Universidad Nacional de Córdoba.

En comparación con la monumental Biblioteca Nacional, este edificio, según los profesionales, se integra con el paisaje y aprovecha la cercanía del río Suquía. Ciertamente, su estructura de hormigón armado, con un gran techo plano único, permite una fluida conexión entre los espacios interiores y exteriores, lo que genera un ambiente de gran apertura visual.

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Arquitectura brutalista: Edificios emblemáticos en el mundo

Es fácil distinguir los edificios emblemáticos que identifican al Brutalismo en el mundo. Los ejemplos se erigen en distintos países del globo y en la Revista Área Tres te contamos algunos de ellos.

Unité d'Habitation - Cité Radieuse, Marsella (1947-1952)

La creación, enclavada en la ciudad de Marsella (Francia) es obra del arquitecto Le Corbusier. Ha sido descrito como un complejo paradigmático que inspiró, con los años, a muchas otras construcciones europeas. Se trata de un prisma rectangular que tiene más de 50 metros de alto y cuenta con 337 departamentos. Un icono del brutalismo.

Torre Velasca - Milán, Italia (1956-1958)

Esta adaptación italiana del racionalismo supera los 100 metros de altura y está construida sobre una superficie que fue completamente destruida durante la Segunda Guerra Mundial. Su estructura final culmina en forma de torre medieval. De esta manera, corona un total de 26 plantas diseñadas por Enrico Peressutti y Ernesto Nathan Rogers, del grupo de arquitectos B.B.P.R.

Habitat 67 - Montreal, Canadá (1967)

Con una extravagante estética y modernas formas modernas y sostenibles, lo que comenzó como la tesis de grado del arquitecto israelí Moshe Safdie, terminó por convertirse en una memorable obra que pasó de los planos a la realidad palpable.

Cuenta con un total de 158 viviendas distribuidas en 12 niveles en los que se emplearon 354 bloques de hormigón prefabricados.

Trellick Tower - Londres, Gran Bretaña (1966-1972)

La Trellick Tower es otro de los más emblemáticos exponentes del brutalismo. Esta obra, gestada por el arquitecto Ernö Goldfinger, se eleva a más de una treintena de plantas con un esbelto diseño, que se puede reconocer fácilmente por la torre que queda separada del edificio y conectada por pasarelas.

Torres Blancas - Madrid, España (1964-1969)

Con el sello de Francisco Javier Sáenz de Oiza, este edificio de más de 80 metros de altura le da la bienvenida a las personas que visitan la capital española, ubicada entre las calles Corazón de María y Avenida de América. Pese a que su nombre está en plural, solo tiene una torre de 23 plantas que se utiliza para viviendas y oficinas. Se suma, además, un nivel en la azotea y tres más de acceso y sótanos.

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Una alternativa elegida por todos

La arquitectura brutalista surgió como una alternativa para la construcción económica de viviendas, edificios gubernamentales y centros comerciales. Sin embargo, en algunos casos fue elegida por quienes contaban con presupuestos generosos.

Su inherente honestidad y antiburgués origen no impidieron que una importante variedad de profesionales se inclinara por ella a lo largo de la historia, especialmente en España.

Es el caso de La Escuela de Arquitectura de La Coruña (1971-1973) - de Rodolfo Ucha Donate, Juan Castañón y José María Laguna -; el Colegio Oficial de Arquitectos de Canarias (1971) - de Javier Díaz Llanos, Vicente Saavedra y Enrique Seco -; y en Tenerife la Central Hidroeléctrica de Proaza (1964-1968) - de Joaquín Vaquero Palacios -, entre otras.

Todos estos pertenecen a España, donde, al contrario de otros países, la tendencia se identificó con las clases más altas y pudientes. Eso, a la larga, permitió conservar los edificios emblemáticos en un estado más que óptimo.


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