Habitar el piedemonte mendocino
Pensar en el piedemonte mendocino nos trae significados tan diversos como ricos: la cordillera infinita, los aromas, los colores, las texturas, el permanente viento sur y la bóveda celeste impregnada con la luz del sol. Todo nos habla de un lugar sensible, místico y lleno de experiencias que alimentan el alma y purifican la mente. Será por esto que cada vez más mendocinos y extranjeros buscan habitar las alturas de la ciudad en pleno paisaje cordillerano, ya sea de manera permanente emigrando de las ciudades, como de manera temporaria buscando un lugar de ocio.
En este sentido, el Estudio Juárez D'Ámbola viene experimentando en los últimos años una tipología muy particular: el "refugio de montaña". Han logrado consolidar una mirada única al respecto, construyendo como profesionales un pensamiento que pone en el centro de cada proyecto las cualidades extraordinarias del paisaje y sus habitantes, quienes comparten esta misma filosofía.
"El refugio es ese lugar que nos ampara, nos abraza y nos cobija; nos impulsa a dialogar constantemente con el entorno, nos interpela con sus mil variables. Concebimos estos espacios justamente en íntima amistad con el paisaje cordillerano, donde nuestro rol como arquitectos es el de intérpretes del mismo. En ese papel, conformamos equipo con nuestros comitentes y a la vez hacemos de traductores. Caminamos junto a ellos el sitio, reconocemos sus particularidades, vivimos sus experiencias y luego reinterpretamos esta información buscando premisas que le den forma a cada refugio junto a los anhelos de cada familia. Todo esto desemboca en proyectos únicos, con identidad propia y respetuosos del sitio", describe el gran equipo de profesionales que conforman el Estudio.
Cada decisión proyectual que toman como arquitectos, va en consonancia directa con esa mirada conceptual. Son conscientes de que cada piedra removida tiene consecuencias en el entorno inmediato y mediato, por lo tanto, buscan incorporar lo autóctono y materiales nobles, trabajándolos de manera sensible y creativa. Las formas que proponen responden a las topografías accidentadas y a las vegetaciones propias del lugar, buscando armonizar siempre con el entorno. Las distintas estrategias arquitectónicas están presentes en todos los casos con el fin de propiciar espacios habitables, ventilados, soleados, protegidos del viento y mirando las mejores perspectivas. La presencia del fuego como elemento de apropiación y de alquimia corporal, junto a los espacios de contemplación del manto nocturno son recursos infaltables en cada refugio.
De esta forma, si pensamos en arquitectura de montaña, el Estudio Juárez D'Ámbola es uno de los más reconocidos en la región, llegando a desenvolverse con un amplio abanico de proyectos y obras en locaciones de alto nivel paisajístico dentro y fuera de nuestra provincia. Han logrado entender de manera sensible e inteligente cómo habitar el piedemonte, ese paisaje singular que identifica a nuestra tierra mendocina a lo largo del mundo.
Acerca del estudio
El Estudio Juárez D'Ámbola arquitectos cuenta con más de 35 años de trayectoria en el desarrollo y ejecución de proyectos de diversas escalas y tipologías en el ámbito local, nacional e internacional; habiendo adquirido así una amplia y exitosa experiencia.
Conforman un gran equipo multidisciplinario de 10 profesionales, en el que el miembro más importante es el cliente. Con esta certeza buscan soluciones creativas para cada necesidad, sabiendo que cada una de ellas es, por esencia, única e irrepetible. Así lo creen y así ha quedado reflejado en cada una de sus obras.
Para conocer más del estudio, visitar juarezdambola.com