Los Agostino: una familia de emprendedores que pisa fuerte en Mendoza
La familia Agostino es un grupo inversor asentado en Canadá que recientemente saltó fuertemente a escena con la compra de la bodega O.Fournier, emplazada en el Valle de Uco y que era propiedad de José Manuel Ortega Fournier, empresario de origen español. Ahora, la intención es seguir elaborando y comercializando marcas que venía trabajando el establecimiento como es el caso de B. Crux, O. Fournier, AlfaCrux y Urban UCO. Además reinaugurarán el restaurante y reconvertirán la superficie plantada con viñedos que supera las 260 hectáreas.
El grupo es propietario de Finca Agostino, bodega ubicada en el Carril Barrancas 10.590, Maipú. El establecimiento, equipado con la última tecnología de recepción, molienda, prensado y vinificación, cuenta con 3.000.000 de litros de capacidad de elaboración entre tanques de acero inoxidables y piletas de cemento subterráneas. Es importante destacar que los empresarios además son dueños del edificio Le Montreal (proyecto anunciado por Área Tres) que se ubica en calle Godoy Cruz de Ciudad.
La iniciativa que requirió una inversión cercana a los 10 millones de dólares nace como fruto de la sociedad entre los hermanos Agostino con el arquitecto IgnacioCampoy y el ingeniero Luis Corti. El proyecto consta de 49 departamentos de 1 y 2 dormitorios ubicados entre el 3º y el 9º piso, 2 Dúplex de 3 dormitorios en el piso superior, 18 Monoambientes (Suites) y 2 semipisos para oficinas con planta libre de 350 m2 cada uno, todos en el 1º y 2º piso. Acompañando al conjunto, hay 77 cocheras privadas en los niveles subterráneos del edificio que da a calle Godoy Cruz en pleno centro mendocino. Área Tres entrevistó a los hermanos Sebastián y Miguel Agostino, quienes se juntaron con sus otros hermanos Rosalía y Vincenzo Agostino en un evento del que participaron además el gobernador Alfredo Cornejo, funcionarios y empresarios locales.
-¿Por qué decidieron invertir en Mendoza?
-Miguel Agostino: Nosotros siempre tuvimos la intención de poder desarrollarnos también en esta provincia. Nos fuimos de Mendoza con destino a Canadá en el 1964 y regresamos en el 2003 con Finca Agostino. Allá llevamos a cabo varios proyectos inmobiliarios y hoy en día tenemos un paquete muy importante de proyectos. Volvimos a realizar una unidad de negocio que no conocíamos, como es la actividad vitivinícola. Siempre el recuerdo de la tierra estaba presente en nosotros.
-¿Cómo se fue llevando a cabo el desarrollo del negocio a nivel local?
-Sebastián Agostino: En un primer momento adquirimos 280 hectáreas en una finca que era al comienzo de los Furlotti. Nos fuimos agrandando y diversificando hasta llegar a lo que es hoy en día nuestro emprendimiento, como es el caso de la residencia principal y todas las amenities con los que cuenta el lugar. No conocíamos el negocio del vino pero sí la uva (risas). Fuimos conociendo distintos profesionales que nos ayudaron con el crecimiento de la fi rma. El arquitecto Ignacio Campoy y el ingeniero Luis Corti colaboraron con nosotros tanto en la bodega como con el edificio de calle Godoy Cruz.
-¿Qué repercusiones han tenido con Le Montreal, su primer proyecto en el sector de la construcción en Mendoza?
-Miguel Agostino: La verdad que muy buenas, estamos muy contentos. Hemos trabajado fuertemente con los profesionales para poder realizar esta iniciativa. Trajimos ideas de Canadá que pudieron ser replicadas acá. Es un edificio que es muy diferente a todos los que hay. Va a revalorizar la propuesta inmobiliaria de esta calle. Creemos que tendrán un gran futuro con mucho potencial. Sin lugar a dudas revalorizará una zona que estaba muy olvidada en la Ciudad.
-¿Tienen intenciones de poder llevar adelante otra propuesta?
-Sebastián Agostino: La idea siempre está (risas..) pero nos enfocaremos por el momento en este emprendimiento inmobiliario como así también con la bodega O. Fournier. El edifi cio Le Montreal ya está terminado y en etapa de comercialización a cargo de la inmobiliaria Cocucci.
-¿Cómo fue la compra de este verdadero ícono de la vitivinicultura de Mendoza?
-Miguel Agostino: Nos acercamos a esa bodega hace un año atrás. Tenemos una finca al lado de O. Founier, un día decidimos probar, preguntar y ahí nació la idea de poder adquirir la bodega. Nos interesó mucho la propuesta desarrollada por José Manuel Ortega. Es uno de los mejores emprendedores vitivinícolas que he visto.
Historia de una finca
Finca Agostino es la historia de cuatro hermanos: Vincenzo, Rosalía, Sebastián y Miguel Agostino, que vivieron su niñez en Mendoza antes de instalarse con su familia en Canadá en los años ‘60. Mendoza siempre representó para ellos la tierra de la infancia, que compartieron con su abuelo Sebastiano, rodeados de los viñedos donde trabajaba como viticultor contratista.
Sebastiano era un enamorado de Mendoza, sus aguas puras de cordillera y sus días soleados. Siempre les decía “cuida tus vides con pasión y te retornarán el mejor vino”.
Los cuatro hermanos se fueron rumbo a Canadá en la década del ’60 pero se prometieron volver a Mendoza con el sueño de construir una bodega que honrara la memoria de su abuelo. Así fue que en 2003 vuelven a la provincia y en Barrancas, Maipú, comenzaron un nuevo capítulo de su historia y construyen su legado: los vinos de Finca Agostino.
El proyecto dio un gran salto con la compra de un ícono de la vitivinicultura de Mendoza y Argentina como es O. Fournier. El proyecto creado en su momento por el empresario de origen español José Manuel Ortega Fournier está ubicado en La Consulta. La imponente bodega fue diseñada por los arquitectos Bórmida & Yanzón. La profesional Eliana Bórmida, contó que “esta bodega fue declarada por el portal Desing Crave como una de las diez maravillas del mundo del vino, en cuanto a su diseño”.
La arquitectura se destaca por su vanguardismo, ya que en ella se buscó expresar los vinos del Nuevo Mundo y del siglo XXI. También se proyectó un recorrido espectacular y a la vez didáctico por sus espacios interiores. Ha recibido premios importantes, como el de la Red Edificar y el de La Red Global de las Capitales del Vino. Actualmente, sigue teniendo varias distinciones internacionales.
Si bien no se informó el monto total de la operación, sí se pudo conocer que la familia Agostino compró la bodega con sus viñedos en su totalidad y se hizo cargo de los pasivos que tenía la empresa.