El IPV licita un barrio de casas bioclimáticas autosustentables

Por Ezequiel Derhun Para crear una especie de laboratorio a gran escala, el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) de Mendoza tiene todo preparado para lanzar una licitación para la construcción del primer barrio de viviendas bioclimáticas y autosustentables. Con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el IPV local buscará crear nuevos estándares para […]


Por Ezequiel Derhun





Para crear una especie de laboratorio a gran escala, el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) de Mendoza tiene todo preparado para lanzar una licitación para la construcción del primer barrio de viviendas bioclimáticas y autosustentables. Con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el IPV local buscará crear nuevos estándares para la construcción de la vivienda social, con la premisa del cuidado del medio ambiente.





Serán 16 las casas que se construirán en Junín, que han sido pensadas con todos los lineamientos arquitectónicos posibles para ser eficientes energéticamente y brindar calidad de vida a las familias que las habiten.





Es un primer paso para cambiar el paradigma de construcción desde el Estado y comenzar a ponerse en sintonía con países desarrollados, pensando en el cambio climático, el ahorro energético y la sustentabilidad económica de las familias que la habitarán.





Damián Salamone, titular del IPV en Mendoza, contó a Área Tres que la provincia quedó muy bien posicionada con el proyecto que desarrollaron los arquitectos del IPV en la convocatoria que realizó el BID, que cuenta con el paraguas nacional del Ministerio del Interior, Oras Públicas y Vivienda; del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable; y del Ministerio de Energía y Minería de la Nación.





“Lo que se pretende es generar experiencia con estas 16 viviendas. El objetivo es hacer un monitoreo energético, evaluar las variables, estudiar cuál es el ahorro y sacar conclusiones para los futuros estándares mínimos para la vivienda social. Con este seguimiento a través de sensores, todo va a quedar registrado, cómo se comportan estas casas en distintas épocas del año y en diferentes situaciones”, comentó Salamone.









Los virtuales adjudicatarios de estas viviendas deberán aceptar ser auditados, también deberán acceder a mantener un registro de ciertas actividades de manera periódica, semanal o mensual, y aceptar tener un tablero de comando. Todo formará parte de esta nueva experiencia, este laboratorio “ecofriendly”.





Cuatro tipologías





Las viviendas deberán cumplir ciertos requisitos generales, como tener una superficie cubierta de 61,50 m2 distribuidos en una sola planta. Además, las áreas principales deberán concentrarse en el frente con orientación al norte, facilitando la circulación central. Un diseño flexible, con proyección de ampliación, ventilación y renovación de aire, iluminación natural y artefactos de iluminación eficientes, más carpintería con doble vidriado hermético (DVH).





Con todas estas características, el IPV mendocino construirá cuatro tipos de casas, similares, pero con características técnicas distintas que ayudarán al momento de analizar las variables de rendimiento.





Uno de los prototipos será “la típica casa del IPV”, según describió Salamone, pero la particularidad será el envolvente térmico utilizado en los muros, que irá incorporado en el revoque. Así, un tipo de casa tendrá una aislación térmica de 2,5 centímetros de espesor.









El segundo prototipo, será igual pero contará con un revestimiento térmico de 4,5 centímetros de espesor.





Un tercer prototipo será erigido con el sistema de construcción en seco Steel Framing, que es favorable para una zona sísmica como Mendoza y posee menor espesor de muro. En este caso, estas casas irán acompañadas por un sistema solar térmico.





El cuarto prototipo es la misma casa con sistema constructivo de Steel Framing, pero con un paquete de paneles fotovoltaicos bidireccionales.





Estas variables ayudarán, tras un año de monitoreo, a ir perfilando qué sistema es más eficiente para Mendoza. Para esta tarea, el IPV contará con la ayuda del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).





Salamone agregó que en Mendoza, además de todas estas exigencias, se incorporará en el pliego licitatorio que los prototipos de viviendas tengan un sistema de recuperación de aguas grises, para reutilizar, por ejemplo, en el riego de jardines, dado que la provincia está en emergencia hídrica.





No sólo en Mendoza





Esta iniciativa motorizada por el BID cuenta con el financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF), y no solo beneficiará a Mendoza, ya que se construirán barrios similares en ocho provincias argentinas.





En total serán 128 casas, 16 en cada provincia, con el objetivo supremo de contribuir a la reducción de gases de efecto invernadero, a través de la eficiencia energética.





En Argentina el sector residencial representa el 28,6% del consumo final de energía. Así, en términos de emisión de gases de efecto invernadero, es responsable del 14,7% de estas emisiones.





Plan de sustentabilidad





En el IPV mendocino ya están previendo cómo ir adecuándose a las exigencias medioambientales que exigen estos tiempos. Por este motivo, Damián Salamone, titular del Instituto de Vivienda provincial indicó que en los pliegos de viviendas “tradicionales” que saldrán en breve, se ha incorporado que los futuros barrios de Mendoza deberán contar con calefones solares. Es un primer paso.