Efectos positivos de la pandemia
Por Federico Manrique (editorial Área Tres edición impresa junio)
La crisis sanitaria que desató el COVID19 en el mundo afectó de forma generalizada a las sociedades, a la economía y a las personas. La construcción como actividad social y económica no fue la excepción. Los cambios fueron contundentes y las consecuencias se empiezan a ver ahora, incluso en Mendoza.
El dato clave es que no todo lo que generó el COVID19 fue negativo. El sacudón en la vida de las personas que significó transitar la pandemia dejó modificaciones que hoy están traccionando para bien a la construcción y el desarrollo del sector inmobiliario.
Se resignificó el espacio y la calidad de vida de las personas. La experiencia del encierro, el pasar más tiempo con la familia y el "home office" hicieron que todos repensemos nuestras viviendas y los lugares de trabajo. Y esto reconfiguró todo el negocio inmobiliario.
La crisis del COVID19 agudizó también la crisis agónica que venía arrastrando la economía argentina, lo que terminó posicionando al Real Estate como refugio de valor frente a la inflación y como opción real de dolarización de los ahorros. Comprar propiedades, terminadas o en pozo, en pesos que cotizan y se valorizan en dólares es una forma eficiente de invertir con una perspectiva a futuro de tener una renta en dólares