Conocé el proyecto de dos arquitectos mendocinos para el Mercado Central de Bahía Blanca

Los profesionales Enzo Lopresti y Ignacio Culós Delmau hicieron la propuesta "MCB" (Mercado Central de Bahía Blanca) que busca poner en valor la macro manzana a partir de revalorización tanto del Mercado como de la Plaza Lavalle.

El proyecto "MCB" (Mercado Central de Bahía Blanca) busca poner en valor la macro manzana a partir de la revalorización tanto del Mercado como de la Plaza Lavalle. La propuesta es de los arquitectos Enzo Lopresti y Ignacio Culós Delmau.

La riqueza arquitectónica existente, la localización urbana estratégica y el programa de actividades propuesto, permiten lograr un espacio integral que sea capaz de fusionar y albergar la diversidad de actividades que se propone desarrollar.

El origen de la idea parte de la interpretación de las "preexistencias", una arquitectura con tintes modernistas y brutalistas de hormigón visto; y una plaza la cual contrastaba con el Mercado y cuyo mayor atributo eran sus árboles de gran porte y edad que se decidieron mantener desde el primer momento.

La adhesión de elementos visualmente etéreos a una arquitectura modernista - brutalista logran resaltar lo preexistente mediante el contraste, a la vez que conjugan lo nuevo con lo antiguo. Por su parte la plaza logra un nuevo espacio público seguro y totalmente integrado con el Mercado en su totalidad; y el tratamiento del espacio público de la macro manzana logra integrar completamente como pieza urbana con carácter y fuerzas propias, atractor de actividades y eventos.

"Apropiar las preexistencias"

El conjunto del Mercado Municipal de Bahía Blanca y el espacio público de Plaza Lavalle, constituyen una macro manzana delimitada por calles Brown, Donado, Saavedra y O´Higgins, todas éstas son arterias importantes de la ciudad de Bahía Blanca. La macro manzana cuenta además con 6 manzanas más pequeñas, con edificios en altura de gran valor patrimonial - histórico, que rodean el gran solar central donde se ubican el Mercado y la plaza.

Tanto el Mercado como la Plaza Lavalle cuentan con ciertas características particulares.

El Mercado por su parte, diseñado y construido durante las décadas del 60' y 70' y que actualmente se encuentra descuidado, alberga 4 grandes actividades en varios niveles; la primera es la carga y descarga de mercaderías e ingreso del personal que se ubica en el subsuelo, luego se encuentra la planta de acceso y entrepiso que están destinadas a actividades de mercado; sobre estas plantas se ubican niveles de cocheras de estacionamientos de vecinos, y por último una terraza en la cual se albergaba el Concejo Deliberante de la ciudad.

Cuenta con una diferencia de nivel de +1.60m respecto al nivel de vereda y no tiene medios necesarios para el acceso de personas con movilidad reducida, por lo que el zócalo generado por la diferencia de nivel produce un límite con la vía pública en lugar de integrarla.

Por otro lado, cuenta con una terraza accesible de gran potencial tanto como mirador de la ciudad y posibles actividades culturales-sociales, pero el ciudadano promedio carece de conocimiento de este espacio o rara vez lo ha visitado, en parte porque los medios de acceso a la terraza no son los adecuados, hoy en día solo cuenta con un ascensor sin los requerimientos actuales exigidos por código y atraviesa todos los pisos intermedios de cocheras.

La Plaza Lavalle cuenta con escasos espacios de encuentro y estar; tiene marcadas diferencias de nivel y alturas de muros, lo cual dificulta el traslado de personas con movilidad reducida y se torna insegura en varios pasajes del día - noche. La iluminación artificial existente produce sombras muy fuertes y oscuras por las noches, por lo cual es un factor que también suma a la sensación de inseguridad dentro de la plaza.

El proyecto "MCB" (Mercado Central de Bahía Blanca) busca poner en valor la macro manzana antes mencionada a partir de revalorización tanto del Mercado como de la Plaza Lavalle.

La riqueza arquitectónica existente, la localización urbana estratégica y el programa de actividades propuesto, permiten lograr un espacio integral que sea capaz de fusionar y albergar la diversidad de actividades que se propone desarrollar.

El origen de la idea parte de la interpretación de las "preexistencias", una arquitectura con tintes modernistas y brutalistas de hormigón visto; y una plaza la cual contrastaba con el Mercado y cuyo mayor atributo eran sus árboles de gran porte y edad que se decidieron mantener desde el primer momento.

La arquitectura existente es a partir de lo que nace el proyecto, para realzar el carácter formal del conjunto Mercado-Plaza. Nuevos volúmenes visualmente etéreos se adhieren a la arquitectura del mercado siguiendo las líneas y volúmenes que se muestran de manera sugestiva como potenciales puntos de ampliación y adhesión. Esto se aprecia particularmente en la terraza, con la continuidad del volumen de ascensor hacia el Sur-Oeste y la apropiación del volumen de aire bajo los tanques elevados.

Se propone una renovación completa del zócalo que genera el desnivel de la planta de acceso, logrando espacios de expansión de los nuevos comercios del mercado hacia la ciudad y la plaza; y curvando las esquinas para una integración más suave y amigable con la ciudad. Desde las esquinas de calle Donado surgen dos de los 4 ingresos a la terraza jardín, con rampas curvas que suavemente depositan al visitante a la altura del zócalo y desde allí comienza a subir por núcleos de circulación vertical exteriores que poseen el mismo carácter formal etéreo del resto de los elementos nuevos, estos núcleos una vez que llegan a la terraza se unen con una pérgola que cierra el conjunto y genera un espacio mirador hacia la ciudad.

Los 2 ingresos restantes a la terraza nacen desde la nueva plaza Lavalle, con la yuxtaposición de 3 volúmenes (escalera, ascensor y pasarela) que terminan desembocando en los núcleos de circulación vertical ubicados en las dos esquinas restantes del Mercado. Estas 4 vinculaciones del espacio público con la terraza permiten que esta última pueda usarse independientemente del Mercado y se convierta en una extensión del espacio público.

En el interior del Mercado se propone la remoción de los tabiques existentes para clarificar los ingresos y se logra una distribución de los comercios, logrando nuevos espacios de estar y permanencia. Se restaura la rampa (de gran calidad espacial) que conecta con el subsuelo, en cual se propone un nuevo espacio de arte y exposiciones. Al entrepiso se lo conecta con la planta baja mediante una nueva escalera que sigue la morfología de la rampa renovada y un ascensor vidriado. En el nivel de entrepiso también los tabiques existentes son removidos y se construye una nueva sala de máquinas donde la cubierta es más baja para albergar equipos de aire acondicionado y similares, además se generan nuevos espacios de venta y un espacio de oficinas coworking que se extienden a lo largo de la fachada de calle Donado.

Los niveles de cocheras se mantienen como están actualmente, simplemente se sustituyen las persianas de la fachada por nuevos cerramientos que permiten una ventilación constante siguiendo el diseño y carácter de toda la intervención.

En el nivel de la terraza, se propone demoler el volumen que se ubica hacia calle Donado (destinado en su momento al Honorable Consejo Deliberante) y también demoler los tabiques móviles internos del volumen central. Se restaura la conexión abovedada que conecta el volumen central con el elemento que contiene el ascensor que llega desde planta baja. En el interior del volumen central se propone un espacio cultural y de exposiciones, con un espacio de café y sanitarios.

El exterior del nivel de terraza se concibe como una extensión de la Plaza Lavalle en altura, por lo que se renueva completamente. Se logran vincular los tres niveles de la terraza mediante nuevas escaleras-rampas y se generan nuevas superficies de verde, logrando así que se convierta en una verdadera terraza-jardín que atraiga al visitante a subir y a organizadores de eventos a proponer actividades allí.

Por su parte la Plaza Lavalle propone un rediseño desde cero, pero manteniendo la mayoría de especies de árboles que se consideran importantes tanto por porte como edad. Siguiendo con la simpleza de diseño propuesta para el Mercado, los accesos y caminos de la plaza se simplifican considerablemente llevándolos a nivel de la vereda existente y siguiendo la trama urbana, el acceso al Mercado desde calle O'Higgins y el movimiento intuitivo de las personas dentro de la trama urbana. Siguiendo estos conceptos ya mencionados, calle O'Higgins representa la mayor puerta de acceso a la plaza, desde ese punto de eleva el nuevo puesto de información invitando el ingreso de las personas, con cubierta accesible para su recorrido y mirador del conjunto, y que se abre hacia el espacio de congregación del centro de la plaza rehundió -0,50m. Cerca de la intersección de los dos caminos principales de la plaza se ubican los juegos infantiles y los sanitarios públicos.

En el sector opuesto al puesto de información, junto al ingreso vehicular al Mercado, se genera un desmonte que aprovecha el espacio debajo del puente como teatro griego para actividades tanto culturales como físicas. En los bordes laterales de este espacio ganado, se construyen dos depósitos de tanques de agua para almacenamiento de agua de lluvia, que es canalizada hasta allí por canales ubicados en la plaza que siguen su morfología y terminan de integrar la composición.

El resto del espacio público de la macro manzana (veredas y calles internas) son renovadas con un nuevo solado y llevadas al mismo nivel para favorecer la circulación de personas con movilidad reducida, bicicletas, etc. Este tratamiento nace de la idea que estas calles internas, en algunos momentos del día puedan transformarse en peatonales y albergar actividades culturales, sociales y gastronómicas en ellas. Se utiliza la misma terminación con baldosas tipo "adoquín" de colores grisáceos que logran un lenguaje unitario del conjunto.

En resumen, la adhesión de elementos visualmente etéreos a una arquitectura modernista

- brutalista logran resaltar lo preexistente mediante el contraste, a la vez que conjugan lo nuevo con lo antiguo. Por su parte la plaza logra un nuevo espacio público seguro y totalmente integrado con el Mercado en su totalidad; y el tratamiento del espacio público de la macro manzana logra integrar completamente como pieza urbana con carácter y fuerza propias, atractor de actividades y eventos.

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