Así es el cerebro digital que comanda las operaciones en Vaca Muerta
Las operaciones diarias de YPF en más de mil pozos para la producción de gas y petróleo en Vaca Muerta se guían y monitorean desde un centro de control remoto que utiliza tecnología de digitalización e inteligencia artificial para mejorar la eficiencia y competitividad.
Este centro tecnológico, considerado el "cerebro" de la compañía para sus operaciones no convencionales, comenzó a funcionar en 2019 en un edificio en Neuquén, a 100 kilómetros de las áreas de operaciones. El centro controla más de 40,000 variables en tiempo real y está integrado por 50 personas que atienden todas las etapas de la construcción, puesta en funcionamiento y operación de un pozo de gas o petróleo.
El centro de control de YPF es considerado único en América Latina y se encarga de la operación y el control durante las 24 horas de más de 1,000 pozos en 30 instalaciones que tiene en funcionamiento la petrolera en el no convencional neuquino. El centro tiene cinco pisos y decenas de pantallas y equipos que muestran los miles de datos por segundo que surgen de las operaciones en Vaca Muerta y que son ponderados para generar alertas según su urgencia.
El operador puede guiar en tiempo real al equipo perforador ubicado en el terreno, para seguir el mejor camino que permita avanzar en la roca madre en ramas de hasta casi 5,000 metros de longitud horizontal, y ubicar el mismo en la franja de terreno de mayor productividad. La sala de monitoreo y control de variables en el segundo piso permite a los operadores controlar todas las anormalidades que puedan surgir en el campo.
Las operaciones en Vaca Muerta se encuentran distribuidas en "Área Este" y "Área Oeste" que producen a diario 5.1 millones de metros cúbicos de gas y 27,000 metros cúbicos de crudo, y 14.5 millones de metros cúbicos (MMm3) de gas y 500m3 de crudo, respectivamente.
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El centro de operaciones remoto supervisa todas las variables de ambas áreas, incluyendo la generación de energía eléctrica y el monitoreo de las plantas de tratamiento de los yacimientos Loma Campana, Bandurria Sur y La Amarga Chica.
El edificio cuenta con el respaldo energético de cuatro generadores eléctricos propios y un "yacimiento tecnológico" que se encarga del proveer, mantener y actualizar todas las herramientas informáticas y de digitalización.