Portezuelo del Viento pasó un filtro clave antes de la licitación

La represa Portezuelo del Viento pasó un nuevo filtro nacional. La semana pasada se realizó en Buenos Aires la audiencia pública nacional en la que se puso a consideración el impacto que tendrá sobre el ambiente esa mega represa, que se construirá sobre el Río Grande. Más allá de los resultados ambientales, esa medida tiene un alcance político trascendente, pues blinda de posibles reclamos de La Pampa.

En la audiencia, se presentaron los resultados de los estudios realizados por las universidades del Litoral y La Plata. Una de las conclusiones, es que la represa  mejora las condiciones de la cuenca del Río Colorado y concluye que es absolutamente factible desde el punto de vista ambiental. Igualmente se agregaron algunas recomendaciones, como garantizar el abastecimiento hídrico para mantener los humedales y más relevamientos biológicos aguas arriba de la represa.

Se indica que el proyecto mejora las condiciones de salinidad y de riesgos de crecida del río, aunque se sugiere realizar estudios complementarios para garantizar el adecuado mantenimiento de humedales en la mitad de la cuenca. Asimismo, el trabajo remarca que respecto de la fauna se deben introducir algunas mejoras en la parte superior de Portezuelo, donde se considera que hay muy pocos datos, aunque esto no implica que exista algún factor que sea impedimento para que el proyecto se lleve adelante.

El proyecto atravesó muchas idas y vueltas en más de una década. El último obstáculo fue la oposición de La Pampa, que fue saneada por el arbitraje del presidente Mauricio Macri a favor de Mendoza. Por eso se anunció que el 18 de diciembre se lanzará la licitación. Con la audiencia pública nacional (ya se había hecho una local en Malargüe) el camino parece despejado.

Las repercusiones

“Estamos satisfechos con los resultados, ya que la conclusión, nuevamente, es que el proyecto es factible, no tiene inconvenientes desde el punto de vista ambiental ni para la cuenca alta (Mendoza) ni para la cuenca media (zona dique de Casa de Piedra), ni la inferior (entre Casa de Piedra y el océano Atlántico)”, comentó el subsecretario.

El análisis encarado por ambas universidades se suma los resultados de los estudios geológicos que se finalizaron en agosto pasado, con resultados ampliamente satisfactorios, ya que aportaron información complementaria respecto a la profundidad del lecho de roca, eliminando riesgos asociados a la construcción. Además, permitieron conocer con mayor certeza la cota de fundación de la presa y, por lo tanto, optimizar los costos de la obra.

A principios de este año, en Malargüe se realizó también la Audiencia Pública, con más de 300 participantes, en la que la mayoría de los expositores se mostraron a favor de la represa, que inyectará 210 MW de potencia al sistema.

Esta semana, el secretario de Infraestructura y Política Hídrica de la Nación, Pablo Bereciartua, aseguró que se trata de una obra estratégica que está dentro de las prioridades que ha fijado el Gobierno nacional sobre la que se ha avanzado de manera sostenida para llamar a licitación a fines de este año.