Lomas Plaza: apuesta por los servicios y el comercio
Por Miguel Ángel Flores
Si bien tiene todos los rasgos de un centro comercial muy particular por su ubicación, sus ideólogos insisten en que el Lomas Plaza está pensado como un centro de servicios. A pocos metros de la avenida Champagnat camino al pedemonte y justo enfrente del barrio privado Dalvian, este complejo en su primera etapa ya cuenta con 12 locales que serán 16 en un par de meses, y donde la presencia de farmacia, peluquería y gastronomía (almacén, verdulería y comidas) confirman que la oferta inicial prioriza a la mujer.
La segunda etapa promete un mix de servicios y locales “de estancia” o paseo: ropa, deportes, óptica, más rubros claves por cubrir como el primer centro médico de la zona y un banco (suenan Supervielle, Francés y Nación).
El fideicomiso desarrollador de Lomas tienta con un imán poderoso: un mercado potencial de 15 mil clientes de barrios cercanos como Dalvian, Sanidad, Terrazas de Uno y los ubicados hacia El Challao y el eje de Regalado Olguín, inclusive.
“La gente trata de concentrar todo lo posible sus actividades acá y evitar “bajar” a la 5ta Sección o al centro. En las encuestas, por ejemplo, no piden un cajero sino poder manejar sus cuentas cerca de su casa. La idea es que Lomas pueda garantizar un acceso rápido y cómodo para que los clientes puedan satisfacer sus necesidades de una recorrida y venir tres o cuatro veces en el día si lo requieren”, explica Germán Campoy, desarrollador de Lomas y accionista del grupo que también integran otros 4 socios, entre médicos y constructores.
Ventajas comparativas
De su paso por Costa Rica, Campoy vuelca su experiencia en el desarrollo y operación de grandes complejos e importó el estilo de los centros comerciales “a cielo abierto” y shoppings de mayor y menor escala (“allá en la distancia que separa a dos grandes hay 6 o 7 pequeños” resalta) con suficiente accesibilidad como modelo inspirador. En todo caso se trata de otro mix, ya que Lomas se construyó con elementos autóctonos que van desde vegetación xerófila (cortaderas, coirón) hasta gransa obtenida de la molienda de piedras del lecho de algunos ríos que asegura permeabilidad del terreno en el estacionamiento vehicular. “Estéticamente, buscamos una simbiosis con la montaña que sea funcional y amigable”, argumenta.
El hecho de seguir una línea temática y de tipo modular independiente de rubros es, según Campoy, un factor innegociable. Con un perfil boutique que plantea exigencias al nivel de servicios, el complejo destaca dos locales grandes, estandartes de la oferta para el público femenino como son Umara y el coiffeur Josep Olivera, entre 12 espacios en funcionamiento que ya captaron marcas reconocidas para los sibaritas mendocinos fanáticos del delivery, como La India y la pizzería San Genaro, junto a la fiambrería Con Sabor a Campo. “No se trata sólo de alquilar locales. También asesoramos a los inquilinos y le damos importancia a la selección de rubros y del recurso humano”, especifica Campoy.
Un punto fuerte del diseño devenido en estrategia de marketing es asegurar a todos los locales (construidos y proyectados) ser frentistas, con visibilidad a Avenida Champagnat, el corredor sobre el que se encuentra Lomas Plaza. Como lo define el empresario, “la exposición es una ventaja y un argumento convincente: desde la avenida puede verse el interior de los locales”.
Lo que viene
El paso próximo es habilitar en abril otros 4 locales. Uno de ellos será un restaurante étnico de 160 cubiertos que inaugurará la planta superior; los restantes están comprometidos para un drugstore, otra rotisería y una cafetería cuyos nombres, por ahora, se mantienen en secreto.
Para el resto de 2014, ya se fijó la meta de construir otros 14 espacios, predestinados para el mencionado banco y una ferretería, entre otros rubros. Aunque la gran apuesta, sin prisa pero sin pausa, es dotar a Lomas de su Centro Médico (ver aparte). Para Campoy “tuvimos suerte de que la demanda nos permitiera el lujo de poder planificar lo que queremos tener y nos gusta”.
Si bien tiene todos los rasgos de un centro comercial muy particular por su ubicación, sus ideólogos insisten en que el Lomas Plaza está pensado como un centro de servicios. A pocos metros de la avenida Champagnat camino al pedemonte y justo enfrente del barrio privado Dalvian, este complejo en su primera etapa ya cuenta con 12 locales que serán 16 en un par de meses, y donde la presencia de farmacia, peluquería y gastronomía (almacén, verdulería y comidas) confirman que la oferta inicial prioriza a la mujer.
La segunda etapa promete un mix de servicios y locales “de estancia” o paseo: ropa, deportes, óptica, más rubros claves por cubrir como el primer centro médico de la zona y un banco (suenan Supervielle, Francés y Nación).
El fideicomiso desarrollador de Lomas tienta con un imán poderoso: un mercado potencial de 15 mil clientes de barrios cercanos como Dalvian, Sanidad, Terrazas de Uno y los ubicados hacia El Challao y el eje de Regalado Olguín, inclusive.
“La gente trata de concentrar todo lo posible sus actividades acá y evitar “bajar” a la 5ta Sección o al centro. En las encuestas, por ejemplo, no piden un cajero sino poder manejar sus cuentas cerca de su casa. La idea es que Lomas pueda garantizar un acceso rápido y cómodo para que los clientes puedan satisfacer sus necesidades de una recorrida y venir tres o cuatro veces en el día si lo requieren”, explica Germán Campoy, desarrollador de Lomas y accionista del grupo que también integran otros 4 socios, entre médicos y constructores.
Ventajas comparativas
De su paso por Costa Rica, Campoy vuelca su experiencia en el desarrollo y operación de grandes complejos e importó el estilo de los centros comerciales “a cielo abierto” y shoppings de mayor y menor escala (“allá en la distancia que separa a dos grandes hay 6 o 7 pequeños” resalta) con suficiente accesibilidad como modelo inspirador. En todo caso se trata de otro mix, ya que Lomas se construyó con elementos autóctonos que van desde vegetación xerófila (cortaderas, coirón) hasta gransa obtenida de la molienda de piedras del lecho de algunos ríos que asegura permeabilidad del terreno en el estacionamiento vehicular. “Estéticamente, buscamos una simbiosis con la montaña que sea funcional y amigable”, argumenta.
El hecho de seguir una línea temática y de tipo modular independiente de rubros es, según Campoy, un factor innegociable. Con un perfil boutique que plantea exigencias al nivel de servicios, el complejo destaca dos locales grandes, estandartes de la oferta para el público femenino como son Umara y el coiffeur Josep Olivera, entre 12 espacios en funcionamiento que ya captaron marcas reconocidas para los sibaritas mendocinos fanáticos del delivery, como La India y la pizzería San Genaro, junto a la fiambrería Con Sabor a Campo. “No se trata sólo de alquilar locales. También asesoramos a los inquilinos y le damos importancia a la selección de rubros y del recurso humano”, especifica Campoy.
Un punto fuerte del diseño devenido en estrategia de marketing es asegurar a todos los locales (construidos y proyectados) ser frentistas, con visibilidad a Avenida Champagnat, el corredor sobre el que se encuentra Lomas Plaza. Como lo define el empresario, “la exposición es una ventaja y un argumento convincente: desde la avenida puede verse el interior de los locales”.
Lo que viene
El paso próximo es habilitar en abril otros 4 locales. Uno de ellos será un restaurante étnico de 160 cubiertos que inaugurará la planta superior; los restantes están comprometidos para un drugstore, otra rotisería y una cafetería cuyos nombres, por ahora, se mantienen en secreto.
Para el resto de 2014, ya se fijó la meta de construir otros 14 espacios, predestinados para el mencionado banco y una ferretería, entre otros rubros. Aunque la gran apuesta, sin prisa pero sin pausa, es dotar a Lomas de su Centro Médico (ver aparte). Para Campoy “tuvimos suerte de que la demanda nos permitiera el lujo de poder planificar lo que queremos tener y nos gusta”.
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