El futuro llegó a Mendoza: un paseo por la nueva casa de Belatrix

Por Matías Carretero Las  nuevas oficinas de la compañía de desarrollo de software local Belatrix, ubicadas en calle Gutiérrez al 50 de Ciudad, son un paseo por el futuro que llegó a Mendoza. Ese espacio tiene mucha historia para los mendocinos, ya que allí se encontraba la tienda “El Guipur” y posteriormente se convirtió en […]



Por Matías Carretero


Las  nuevas oficinas de la compañía de desarrollo de software local Belatrix, ubicadas en calle Gutiérrez al 50 de Ciudad, son un paseo por el futuro que llegó a Mendoza. Ese espacio tiene mucha historia para los mendocinos, ya que allí se encontraba la tienda “El Guipur” y posteriormente se convirtió en el shopping Quinta Avenida. Con esta nueva sede, la firma incrementa su capacidad instalada con el objetivo de garantizar el alto nivel de sus servicios y poder acompañar el crecimiento en la demanda de sus clientes dentro y fuera de Argentina y en países de la región.


Es importante destacar que Belatrix desembolsó la suma de 18 millones de pesos para la obra, que se llevó adelante sobre una superficie total de 1.500 m2. Área Tres dialogó con la proyectista Valeria Barreiro que forma parte del estudio Intro de arquitectura de Buenos Aires, que tuvo a cargo la realización de los trabajos de reconversión y remodelación.


La fuente consultada detalló que el proyecto nace a mediados de mayo de 2017, cuando parte del equipo de Intro viajó a Mendoza a conocer las posibles locaciones para las nuevas oficinas de Belatrix  y asesorarlos en cuanto a los trabajos que había que realizar en el caso de alquilar el piso del Guipur. “Desde un principio nos motivó la idea de recuperar el tradicional edificio al máximo de las posibilidades, logrando un dialogo armonioso con la tecnología que requiere una empresa de informática”, dijo la profesional.


Características de la obra


La espacialidad de la planta, generada por la altura del edificio (unos 4,50 metros de piso a techo), y los grandes ventanales que posee, le confieren luz natural a casi la totalidad del espacio y su planta libre de unos 1.500 metros cuadrados les dio a los arquitectos la posibilidad de desarrollar una propuesta conceptual en la que los empleados se sientan identificados con las nuevas oficinas.


“Para lograr este objetivo los puestos de trabajo están ubicados estratégicamente en el centro de la planta, aprovechando los espacios más amplios y con mejores condiciones de iluminación natural. Los muebles de apoyo de todo el Open Space fueron diseñados especialmente para albergar macetas en las que se colocaron plantas típicas (incluyendo la Jarilla), acentuando el origen de la empresa en su sede central”, comentó Barreiro.


La elección del mobiliario recayó en puestos operativos simples, con cajoneras móviles compartidas apoyando la política de cuidado del medio ambiente de la empresa con la no generación de residuos de papel.


 Las salas de reunión se encuentran en volúmenes completamente exentos, revestidos en microcemento alisado que las identifican y confieren carácter. Parte de las oficinas privadas están concebidas como espacios que mutaran su uso entre privados y salas de reunión.


 Así el “layout” del proyecto es un balance de los distintos tipos de espacios, abiertos y cerrados, que darán apoyo a todos los estilos de trabajo (concentración, colaboración, aprendizaje y socialización).


La restauración


“Desde el primer momento en el que visitamos el lugar supimos que la mejor intervención que podíamos hacer era restaurar el edificio manteniendo los materiales originales de la época que se habían conservado hasta el momento. Tomamos como premisa que los materiales nuevos a incorporar debían estar en concordancia con los ya existentes”, expresó Barreiro.




Tomaron por ejemplo los colores de los mosaicos originales como disparador: El color rojo está reflejado en los ladrillos que dejaron a la vista en las oficinas privadas y en la madera (Eucaliptus Rostata) que se colocó como revestimiento de la tarima central y la escalera de acceso. El verde grisáceo lo aplicaron en los pórticos de los volúmenes exentos (que contienen salas de reunión y entrevistas) y lo representaron mediante un microcemento y el amarillo lo utilizaron en las fachadas exteriores y la del comedor mediante un revestimiento texturado fino para exteriores color natural.


“Contamos con un cliente comprometido con el significado de este espacio para la cultura de los mendocinos, por lo que estaba completamente convencido de realizar la restauración al máximo de las posibilidades que nos brindara el edificio. Como estudio de arquitectura corporativa, tratamos en todos los casos de recuperar los materiales existentes conservando al máximo posible la esencia y la historia de los espacios en los que intervenimos”, aseveraron desde el estudio Intro.


En el caso del Guipur, los pisos de mosaico granítico originales fueron pulidos y protegidos para el uso continuo, todas las carpinterías exteriores fueron reparadas asegurando su correcto funcionamiento y protegiéndolas de la intemperie.


La fachada del edificio fue pintada en su totalidad mediante un revestimiento texturado color natural, que simula la piedra París muy utilizada en la época de construcción del edificio. Los ventanales interiores poseen vitraux en su perímetro, los cuales fueron conservados solo reemplazando los paños de vidrio Martele por unos de idénticas características.


A las puertas de madera interiores se les realizó una limpieza, dejando la madera a la vista, una de ellas la reutilizaron en la entrada principal al comedor, creando la sensación de entrar a una antigua pulpería de pueblo.


Incluso tuvieron la posibilidad de recuperar y restaurar una boiserie de madera que decidieron reutilizarla en el comedor de Belatrix a modo de revestimiento de pared.


Todas las barandas antiguas de hierro forjado con pasamanos de maderas se reutilizaron en las escaleras interiores que salvan un pequeño desnivel en la planta y en la fachada del nuevo comedor.


La cafetería de Belatrix es uno de los espacios más interesantes del proyecto, concebida como un “local” dentro de las oficinas. Este espacio cuenta con una fachada propia tal como si fuera un local a la calle, con su frente con revestimiento símil piedra París, ventanas de hierro con sus barandas antiguas trabajadas que miran a los espacios de trabajo e incluso toldos sobre las ventanas.


La idea del espacio es que pueda transformarse en una experiencia social que promueva la interacción entre los empleados, donde puedan ir a comer, tomar un café, mantener una reunión informal, jugar al ping-pong o simplemente relajarse en uno de sus livings.


Arquitectura corporativa


Intro es un estudio de arquitectura corporativa. En todos sus proyectos trabajan en equipo con cada uno de los sectores que componen la empresa. La primera que interviene es el área Comercial que brinda  asesoramiento en la toma de decisión y estima los montos de inversión. En paralelo llevan adelante funciones desde el área de Proyecto, con la factibilidad de la planta y desarrollan la estética según el perfil del cliente; y por último entra en acción la dirección y gerenciamiento de obra.


En este proyecto de Intro con Belatrix trabajaron: Miguel Grehan (Director Comercial), Gastón Jurschan (Director de División Obras), Clara Losada (Coordinadora de proyectos), Valeria Barreiro (Proyectista) Fernando Nogueira (Gerenciamiento), Guillermo Martínez Bo (Dirección de Obra).