Energía eólica: una industria que se expande

De a poco comienzan a aparecer los “gigantes del viento” en distintos lugares del país.

Todavía no alcanza para cambiar la matriz energética, pero son un aporte. Y buena parte de esa tecnología sale de Mendoza, de los talleres de la empresa Industrias Metalúrgicas Pescarmona (IMPSA) tiene en Godoy Cruz.

Ahora, la empresa mendocina instalará un parque eólico en Chubut que generará la energía equivalente a la que consume un pueblo de 70 mil personas. Se trata del proyecto Malaspina 1, que es parte del programa nacional GENREN, que busca incentivar el uso de energías de fuentes renovables.

Pero no es el único. En total IMPSA con sus subsidiarias en Argentina y Brasil ya tienen contratos cerrados por más de 3900 millones de dólares y extiende su alcance a otros países como Venezuela y Uruguay.

“Con el fin de maximizar la participación de la Sociedad en el sector de la energía eólica, IMPSA tiene la intención de participar como un desarrollador, propietario y operador de parques eólicos en América del Sur, existiendo planes para expandir sus operaciones a otras regiones en el mediano plazo. Con este fin, IMPSA Wind se propone suministrar proyectos de energía eólica en las etapas de diseño de los parques, las obras civiles y obras eléctricas como así también el suministro y montaje de aerogeneradores. La eólica es la energía de mayor crecimiento en los últimos años por sus innatas condiciones de ser eficaz”, explicaron desde la empresa a través de su informe anual.

En el caso de Malaspina 1, la empresa desarrollará de manera integral 25 aerogeneradores. Todo el proceso, desde el diseño hasta la puesta en marcha, se realiza en las distintas divisiones de la misma compañía. En total, ese parque aportará 50MW de potencia al Sistema Interconectado Nacional.  Según los cálculos de la empresa con el uso de esa tecnología “se evita la emisión de 135 mil toneladas de dióxido de carbono y el ahorro de 60 millones de metros cúbicos de gas natural por año”.

A fines del año pasado IMPSA y Nación Fideicomisos firmaron los acuerdos financieros. El repago de la obra se realizará con la venta de energía al sistema interconectado nacional, con un precio diferenciado por tratarse del programa Genren y ser energía limpia. “El proyecto será financiado bajo un esquema “Projet Finance” de largo plazo con fondos provenientes del Banco de la Nación Argentina y del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE). A través de Nación Fideicomisos SA”, dice el comunicado oficial.

Los vientos de la Patagonia son la materia prima ideal para desarrollar la energía eólica. Pero no es el único sitio apropiado. Los especialistas aseguran que para instalar los generadores haya vientos similares, sino que gracias a la tecnología actual pueden aprovecharse vientos de mucha menor intensidad para generar electricidad. Todo depende de los diseños de los generadores y de las expectativas que se tengan.

Por eso, ya hay proyectos a lo largo de todo el país. Con el programa Genren, además de Malaspina IMPSA tiene otros emprendimientos, como Malaspina II, Koluel Kayke I (de 50 MW) y Koluel Kayke II ( de 25 MW). En todos los casos incluyen la construcción, operación y mantenimiento de las centrales eólicas por un período de 15 años a partir de la puesta en marcha.

Uno de los grandes parques instalados en Argentina es el Arauco, en La Rioja. Pero pronto se sumarán otros en el Norte del país, como el proyecto “El Jume”, ubicado en Santiago del Estero. Los molinos estarán en el departamento de Ojo de Agua y constade 4 aerogeneradores IWP 83 de 2,1 MW de potencia. El valor del contrato es de US$ 19.970.000.

La empresa

En total IMPSA emplea a más de 7 mil personas en todo el mundo, principalmente en América Latina.

Con la importancia que tomó la unidad de negocios de Brasil, se convirtió en el mayor inversor en proyectos de generación eólica en América Latina, con más de 1.100 MW de potencia instalada en Brasil, Uruguay y Argentina. Según la empresa “equivale a inversiones superiores a los U$S 3.200 millones”.

Impsa fue fundada en Mendoza en 1907, pero ya es una empresa global por la distribución de sus emprendimientos. En total stá presente en más de 40 países. “La Compañía posee un backlog (contratos firmados y en ejecución) superior a los U$S 3.900 millones”, detallan. El crecimiento en las ventas y negocios de IMPSA WIND se concreta en estos años, pero es el resultado de al menos una década de trabajo de laboratorio, con investigación propia.

Una industra que se expande

Pero más allá de los logros individuales de IMPSA, hay algo que generó un motor de expansión para el desarrollo de la energía eólica y la industria: el año pasado quedó formado el Cluster Eólico Argentino, una forma de asociación que permitirá potenciar el sector.  Según las estimaciones de las empresas que lo forman, nucleados en la Cámara de Industriales de Proyectos e Ingeniería de Bienes de Capital, se prevé crear unos 10 mil puestos de trabajo, la mayoría de ellos con alta calificación, pues se trata de un sector con alto valor agregado.

Por ahora hay 32 empresas que forman el Cluster y el objetivo planteado es instalar 1.000 MW eólicos en 8 años. La intención es que el Cluster funcione como un motor de producción y que las empresas se nutran entre sí para producir la mayor parte posible de los componentes de los generadores y sus derivados en Argentina. Así, se proponen sustituir 1.750 millones de dólares en equipos y otros 500 millones en combustible al año. Además, prevén desarrollar 500 proveedores y al menos 4 marcas de aerogeneradores nacionales.

En ese contexto, en Mendoza se da una curiosa paradoja: en la provincia se gestan y construyen la mayoría de los aerogeneradores que están conquistando todo el país. Pero no hay ningún parque eólico instalado y generando energía. En cambio, Mendoza sí parece apuntar a crecer en la construcción de otro tipo de generadores, como los hidroeléctricos. Pero mientras eso ocurre, la energía más “sucia”, como es la producida por las centrales térmicas, sigue ganando espacio por la necesidad de responder rápido al aumento de la demanda.

El año pasado igualmente hubo algunos avances en cuanto a los lobbys y negociaciones. Representantes del sector metalmecánico estuvieron en la Legislatura para presentar propuestas de desarrollo de la industria y la creación de una planta de construcción de aerogeneradores. El objetivo de esa presentación fue poner en valor la importancia de la industria y la aplicación de energías limpias, con la idea de instalar el primer parque eólico de la provincia.

La respuesta puede estar en la flamante Empresa Provincial de Energía (EMESA) que tiene entre sus objetivos fundacionales el de desarrollar energías renovables. El esquema de negocios planteado para EMESA es la asociatividad con el sector privado. Por eso una vez que esté en funcionamiento comenzarán los desarrollos.