Un estudio mendocino ganó en la categoría vivienda multifamilar de los premios Bienal
Durante la cuarta jornada de la 18° Bienal Internacional de Arquitectura de Buenos Aires, tuvo lugar el anuncio de los Premios Bienal destacando a proyectos y obras de arquitectura desarrollados durante los últimos cuatro años dentro del ámbito nacional e internacional. Otorgados por el Comité de Dirección de La Bienal, las categorías establecidas involucraron desde vivienda unifamiliar, vivienda multifamiliar e interiorismo, hasta paisajismo, espacio urbano, equipamiento público y equipamiento privado.
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Los proyectos seleccionados surgieron a partir de una convocatoria abierta que contó con un número inédito de más de 300 aplicaciones y formaron parte de la Exposición Digital de esta edición. A su vez, estos mismos participarán de la quinta versión del Premio Oscar Niemeyer, organizada por la Red BAAL - Red de Bienales de Arquitectura de América Latina.
Con la colaboración de un jurado internacional conformado por Galia Solomonoff, Josep Ferrando y Fabián Dejtiar, se dictó el Gran Premio Bienal de este año, Francisco Cadau, en reconocimiento a su trabajo desde la técnica y la materialidad.
En la categoría vivienda multifamiliar ganó el proyecto Edificio Martínez 3458/ Primer Piso Arquitectos de la provincia de Mendoza.
PRIMER PISO ARQUITECTOS & ASOC. / ALEJANDRO WAJCHMAN - MARIANA DELFINO
Vivienda Multifamilar
Proyecto: "Primer Piso Arquitectos": Alejandro Wajchman, Mariana Delfino
Cálculo: Alejandro Wajchman, Mariana Delfino
Dirección Técnica: Alejandro Wajchman - Mariana Delfino
Ubicación: Calle Martínez de Rozas - Barrio Ferroviario - Sexta Sección - Ciudad - Mendoza
Sup. Terreno: 265,00 m2
Sup. Cubierta: 220,00 m2
Años: 2.019
Fotos: Arq. Luis Abba
Axonométricas: Hernán Cruz - Fernando Neyra
"Primer Piso" es un Estudio que nace en 2.009, conformado por dos jóvenes arquitectos mendocinos: Alejandro Wajchman y Mariana Delfino, que estudiaron en la Universidad de Mendoza y realizaron Posgrados en la Universidad de Buenos Aires.
Este conjunto de departamentos se ubica en la Sexta Sección de la Ciudad de Mendoza, que tiene características de "barrio jardín" y baja densidad de habitantes. Se rige por un Código Municipal estricto como zona "Residencial 1", que es la que tiene menor porcentaje de uso del suelo, lo cual constituyó un desafío para los arquitectos. Son propios de este sector los lotes entre medianeras y casas de dos y tres niveles.
Basta con pararse en la vereda de esta obra de arquitectura para respirar simpleza, elegancia y austeridad. Un perfecto equilibrio de llenos y vacíos, jardines, espacios de transición y espacios cerrados, dan lugar a cuatro unidades habitacionales que invitan a la paz y al disfrute. Cada una se abre al exterior de manera única y utiliza un recurso puntual que le otorga distinción e intimidad en relación con el resto de las viviendas.
El proyecto se apoya sobre una de las medianeras, dando lugar a un pasillo de circulación hacia el norte, que conduce a un hall abierto que permite el acceso a las cuatro viviendas. Se trata de dos departamentos frontales, precedidos por un espacio verde que constituye el retiro obligatorio y separa la arquitectura de la línea municipal, generando un aislamiento del exterior que brinda privacidad y seguridad. En la parte posterior del terreno se ubican los otros dos. Una escalera exterior común conduce a la planta alta. Las dos viviendas de planta baja poseen un jardín privado con churrasquera.
Continuando con la filosofía arquitectónica del Estudio, las premisas del proyecto fueron la sustentabilidad, la optimización de recursos naturales y materiales, y la incorporación del verde en cada rincón. El recurso formal principal es una geometría con líneas rectas y formas simples que se combina exquisitamente con círculos y detalles curvos tanto en planta como en fachada.
Se reforzó el concepto de sustentabilidad con la utilización de materiales nobles y a la vista, de bajo costo y mantenimiento, cuya identidad perdura en el tiempo. El ladrillo es el material predilecto del Estudio y el protagonista en esta obra, no solo como módulo constructivo, sino también como generador de muros y espacios con diferentes tramas y texturas, generando hermosos juegos de luces y sombras según las horas del día y las estaciones del año. Se trabajó con una disposición de ladrillos tradicional que, en sectores estratégicos, se interrumpen para dar lugar a muros cribados, en un trabajo minucioso y artesanal, donde se quiere dar privacidad y tamizar la luz, y también generando muros verdes, utilizando el mismo ladrillo como albergue de las plantas. Las carpinterías son de aluminio y vidrio, y las puertas y zócalos son de madera. La escalera exterior se construyó con pasamanos de madera de laurel, metal desplegado y planchuelas metálicas; los escalones son de kiri. Los pisos interiores y exteriores son de baldosas calcáreas en tonos grises y diferentes formas y disposiciones.
En los interiores, los muebles de cocina y los placares se conforman por puertas de madera de laurel que no llevan herrajes, acentuando la simpleza en los más mínimos detalles.
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Como decía el famoso arquitecto Louis Kahn: "Incluso un ladrillo quiere ser algo". En esta obra los arquitectos nos muestran cómo aquí le dan vida a cuatro hogares, cada uno con una magia que lo hace especial.
El sitio web del estudio es primerpiso.com.ar
instagram.com/primer_piso_arquitectos/