Tupungato Winelands se reinventa y busca ser un ícono

El proyecto con sus 840 hectáreas fue adquirido por el grupo BD. Construirán una bodega y lanzan un ambicioso Master Plan turístico y residencial para inversores.


Por Federico Manrique


BD Promotores, una empresa con sede en Colombia para Latinoamérica y de capitales españoles, decidió apostar fuerte por Mendoza con una inversión millonaria y se lanzó a reinventar el proyecto Tupungato Winelands con sus 840 hectáreas en Valle de Uco para convertirlo en “el primer Wine Country club del mundo”. En el lugar se despliegan viñedos y ya se construye la exclusiva bodega Can Pedra, que estará bajo el control y la dirección del reconocido enólogo Matías Michelini.


En total, el grupo BD Promotores tiene previsto invertir U$S40 millones en las distintas etapas y desarrollos contemplados en el Master Plan de Tupungato Winelands.


“Hay un nuevo dueño y es el grupo BD de Cataluña, especializado en grandes desarrollos y con una presencia muy fuerte en América Latina. Ellos querían hacer algo en Argentina desde hacía mucho tiempo y se enamoraron de Mendoza, del proyecto y del vino”, afirma Nicolás Roldán, presidente de Tupungato Winelands.


Los nuevos inversores potenciarán lo que ya tiene el proyecto construido y se proponen desarrollar nuevas áreas del negocio en un ambicioso Master Plan, admiten desde la empresa. Lo particular del proyecto es que estará abierto a la inversión privada minoritaria. Cualquiera va a poder invertir y ser parte del negocio vitivinícola.


Esta singular experiencia, en el marco del vino, se completa con una cancha de golf que preserva e integra el paisaje inmenso y dos canchas de polo ubicadas al pie del volcán Tupungato. El proyecto es único en su rubro y promete seguir creciendo.


“Se ha redefinido todo el proyecto. Hay un Master Plan totalmente nuevo llevado a cabo por arquitectos de Mendoza y de Barcelona, que mezcla productos para lifestyle, polo, golf, vida, familia, una laguna que será única en el Valle de Uco. El objetivo ambicioso es cambiarle la cara a los proyectos inmobiliarios que hay en la zona y hacer algo icónico”, afirma Nicolás Roldán.


Tupungato Winelands está emplazado en un territorio exclusivo de 840 hectáreas en la prestigiosa zona de Gualtallary en Valle de Uco. Los vinos de este lugar tienen un lenguaje propio. La altura de los viñedos, que supera los 1.200 metros sobre el nivel del mar, y la elevada amplitud térmica, que ronda los 15ºC en promedio, logran que las uvas formen sus azúcares, color, aromas y taninos de un modo único. La complejidad y la profundidad de los vinos de Gualtallary son la insignia de este terroir, donde clima, suelo y agua se combinan en una trilogía perfecta.


“Gualtallary da infinitos motivos para enamorarse y hacerlo propio”, dice el reconocido enólogo Matías Michelini, quien estará a cargo del proyecto Can Pedra, la bodega que marca el primer paso en la reinvención de Tupungato Winelands.


La bodega

Can Pedra es un emprendimiento vitivinícola situado dentro de las 840 hectáreas del Wine Country Club Tupungato Winelands. Ocupa una finca de 48 hectáreas rodeadas por una muralla de piedra de 4 kilómetros por 1,6 metros de alto. Este proyecto dirigido por Matías Michelini, innova en el rubro vitivinícola, ya que será orgánico, biodinámico y abierto a la inversión minoritaria de cualquier amante del vino. No solo se destaca por la combinación única de terruño, agricultura biodinámica y el equipo de profesionales dirigido por Michelini, sino también por su novedoso sistema de comercialización, que permite mediante una pequeña inversión que cualquiera pueda ser propietario.


“Con Can Pedra la gran innovación es que se busca democratizar el negocio del vino, abriéndolo a cualquier persona que quiera participar, comprando una cuota parte por única vez y siendo dueño”, explica Nicolás Roldán sobre el modelo de crowdfunding o micromecenazgo abierto a 1.600 inversores que trae el grupo BD para su proyecto vitivinícola Can Pedra.


El proyecto de Can Pedra está destinado a un número de inversores limitado (solo 1.600) por lo que cada integrante de este fideicomiso será dueño de una parte / alícuota denominada FidiVino (ver a parte).


Los nuevos viñedos de Can Pedra se van a plantar en relieve, algo que en ningún lugar de la Argentina se ha hecho, explican. Aprovechando la riqueza  y la diversidad de los suelos vírgenes, aluvionales y calcáreos y las particulares pendientes de la finca, este año serán plantadas 30 hectáreas de viñedos para elaborar una variedad de vinos con los siguientes varietales: Malbec, Cabernet Franc, Pinot Noir, Albariño y Semillón.


Junto con los viñedos, Can Pedra también tendrá 5 hectáreas de frutales de diferentes variedades, una huerta orgánica que va a abastecer a las personas que trabajen y vivan en Can Pedra y al restaurante de la bodega, una granja con animales, un apiario y una destilería de donde se obtendrá grapa y otros destilados de los restos de orujo que se usen.


La bodega de 3.000 m2 ya está en construcción y enterrada a 27 metros en un cerrillo. Allí también se armará una “Masia”, que es una granja que funciona como epicentro de la producción biodinámica.


Todo el proyecto Can Pedra se ordena con una arquitectura circular que tiene tres anillos: en el primero se ubican las huertas, los frutales, la laguna y la destilería. En el segundo anillo los animales de quienes se obtiene el compost para trabajar los viñedos orgánicos. Y en el centro de la construcción, en una ermita subterránea,  se guardan los siete preparados biodinámicos con los que se labran los viñedos de este terruño. La Masía también tiene tres niveles de altura. A nivel “cielo” en la parte alta y a 4 metros de altura, la bodega tendrá un observatorio astronómico y un espacio de degustación. A nivel de la tierra estarán los animales y las familias que viven y trabajan. Y a nivel subterráneo, la ermita donde se guardan los preparados biodinámicos.


Se construirá además un restaurante con vista panorámica al Valle de Uco y una tienda en donde todas las personas que visiten el proyecto podrán disfrutar y adquirir sus vinos y los productos naturales que allí se elaboren (mermeladas, quesos, miel, orujos, etc.).


Un proyecto innovador

El imponente paisaje de Tupungato Winelands determinado por las impactantes vistas del Cordón del Plata y el volcán Tupungato, junto con la topografía quebrada, con cerrillos y cañadones, fueron especialmente aprovechados para generar el diseño urbanístico y específicamente el diseño del campo de golf de 18 hoyos que se extiende a lo largo de 60 hectáreas en forma de anillo de 12 kilómetros liniales. La cancha de golf se encuentra a 1.200 metros de altura y su diseño se basa en un enfoque integrador de todos los componentes, paisajísticos y urbanísticos, tales como los lotes, el hotel y las canchas de polo. Tiene 9 hoyos que miran a la montaña y los 9 restantes con vistas al valle.


Este campo de golf es el primero en Argentina donde el pasto se riega solamente alrededor de los fairways y greens. De esta forma, se respeta la vegetación autóctona y se aprovecha la topografía, a la vez que se respeta y realza el paisaje de la zona y su vegetación. La disposición de cada hoyo se basa en un diseño estratégico de riesgo y recompensa. Es por ello que existen múltiples líneas de juego que desafían a los golfistas a analizar y escoger una de ellas según sus estilos de juego. Cada hoyo tiene al menos cinco tees, incluidos los de campeonato y junior.


Entre sus viñedos, Tupungato Winelands también hace honor a la tradición y la mística del polo en la Argentina. El espacio ofrece canchas de nivel internacional  para que sus propietarios puedan practicar este deporte.


La pasión por los caballos también encuentra su expresión en el Club Hípico. Tupungato Winelands ofrece clases de equitación, cabalgatas y travesías por el valle para sus propietarios y visitantes.


Pero el plan de negocios de BD Promotores va mucho más allá. Fuera de la cancha de golf y la de polo, el Master Plan de Tupungato Winelands contempla la siguiente infraestructura social y recreativa:


-Un club house entre las canchas de polo, con restaurante, piscina y salón de usos múltiples.


-Una laguna de aproximadamente 1,5 hectáreas rodeada de zonas recreativas para disfrutar de su espejo de agua.


-Un pueblito con unidades residenciales y locales comerciales y gastronómicos.


-Un hotel & spa de 16 habitaciones y cabañas que darán servicio también a los departamentos del Pueblo.


El proyecto ofrece distintas propuestas para tener la casa propia o de fin de semana. Estas son las opciones bien diferenciadas:


-Las casas cerca de las canchas de Polo son viviendas que se integran al paisaje, con 1, 2 y 3 dormitorios y en terrenos de 3.000 m2 con 1.000 m2 de viñedos, para soñar con elaborar el propio vino.



-Los departamentos del Pueblo. Son unidades de 50 a 90 m2, formando un pintoresco pueblito con una laguna y rodeado de la cancha de golf.



-Las casas de la Isla del Golf. Exclusivas 30 casas en lotes ubicados en pendiente, con toda la privacidad y frente a la cancha. Son casas “llave en mano” de entre 100 y 300 m2 cubiertos cada una.



-Los lotes, que son parcelas de media hectárea (5.000 m2) cada uno entre cerrillos, con espectaculares vistas a la cordillera y el Valle de Uco y el golf, provistas de toda la infraestructura necesaria para la construcción de una casa.


-Fincas con viñedos privados de 2,5 y 3 hectáreas cada uno, con un área destinada a la construcción de una casa.



-Las Villas del Polo: unidades residenciales de 2 y 3 dormitorios, con vistas a las canchas de polo y rodeadas de lagunas.



Como infraestructura complementaria que busca dotar de servicios a la parte residencial y turística del proyecto, en Tupungato Winelands se contempla la construcción de un hotel con spa de 16 habitaciones y cabañas con servicio hotelero, que estará ubicado cerca del actual starter del golf, con vistas al golf, la laguna, los viñedos y la cordillera de los Andes. Además de Can Pedra, se proyecta una segunda bodega para poder vinificar los vinos de los propietarios de fincas privadas, un club house con pileta, ubicado entre las canchas de golf, un área deportiva con canchas de tenis, futbol y paddle, una bicisenda, caballerizas, picadero, área de servicio para petiseros  y  una matera, un driving range, nuevas oficinas de golf que incluyan starter, proshop, estacionamiento para vehículos y un galpón de maquinarias.


Grupo inversor

BD Promotores es un grupo empresario de capitales catalanas, de España, que en 2005 decidió diversificar sus negocios apostando a Latinoamérica. Ese año decidió abrir su filial cabecera para la región en Colombia y desde entonces no ha parado de crecer e invertir.


Tupungato Winelands es su primer proyecto en Argentina.


En Colombia el grupo es responsable de proyectos icónicos como el BD Bacatá, un complejo con los edificios más altos del país: dos torres de 66 y 56 pisos.


Fideicomiso abierto

El proyecto vitivinícola Can Pedra no pertenece a un único dueño sino a un grupo de personas que, mediante una pequeña inversión, acceden, individualmente, a una cuota parte del terruño y su bodega. Cada cuota parte recibe el nombre de FidiVino: adquirir uno es convertirse en propietario de una parte del proyecto vitivinícola. Se paga por única vez y se es parte mientras dure el emprendimiento.


El proyecto de Can Pedra está destinado a un número de inversores limitado, sólo 1.600, como consta en el fidecomiso constituido a tal efecto, por lo que cada inversor será dueño de una parte alícuota denominada FidiVino.


Un FidiVino tiene un precio de venta de U$$27.000 + IVA + 3% de gasto administrativo comercial.  La forma de pago es la siguiente: U$S 12.000 a la firma del contrato de adhesión al fideicomiso más 3 cuotas anuales de U$S 5.000 cada una a pagarse a los 12, 24 y 36 meses.


El propietario de un FidiVino es dueño de una cuota parte de la tierra, la bodega y todo lo que se desarrolla dentro de las 48 hectáreas del proyecto Can Pedra. Recibirá como tal una partida anual de botellas de distintas etiquetas y varietales, con un valor promedio estimado de mercado de U$S50 cada una. Si quiere más, podrá comprarlas con un 25% de descuento.


El propietario de un FidiVino tendrá descuentos especiales del 25% en las siguientes actividades y servicios: Green fee de la cancha de golf, servicios del club de polo y ecuestre: clases de polo, taqueo, prácticas e inscripción a torneos, cabalgatas, clases de equitación, etc. Y alojamiento en el hotel a construirse dentro del proyecto.