Dos casas espectaculares donde la madera es el elemento central
Con la madera como elemento constructivo central estas tres viviendas se adaptan perfectamente al entorno natural en el que fueron construidas. Esta fue precisamente la premisa del estudio de arquitectura uruguayo TATÚ, responsable del diseño de estas tres espectaculares casas.
El futuro llegó, ventanas fotovoltaicas capturan la luz del sol y la transforman en electricidad
Casa Delfina, es una vivienda de 60 m2 ubicada en Villa Serrana, una zona agreste a 25 kilómetros al noreste de la capital departamental de Minas. Los responsables del proyecto explican que se optó por una vivienda tipo ¨granero¨ o cabaña-refugio, de planta rectangular y techos inclinados que favorecen la amplitud en la espacialidad interior a la vez que ocupan una función ideal para el escurrimiento y recolección de aguas pluviales.
El espacio central, se conecta con el exterior gracias a dos grandes ventanales corredizos. este es también el espacio social que a la vez alberga diferentes instalaciones de la cocina y living. En las cabeceras del conjunto se ubican las habitaciones y el baño.
En cuanto al sistema constructivo se realizó una construcción tradicional de cimentación y tabiquería exterior que fue complementada con una cubierta liviana, ejecutada con vigas de hierro y vigas galvanizadas. El interior se revistió con chapones fenólicos de eucaliptus, y el exterior con un entablonado vertical, también de la misma madera.Casa ChajáEl segundo proyecto diseñado por Tatú es ,
Casa Chajá es otro de los proyectos desarrollados por estudio Tatú con el concepto de vivienda rural y con madera como material constructivo destacado. Se trata de una vivienda de tan solo 40m2 ubicada en Laguna del Sauce, Maldonado, y emplaza sobre un terreno en el que antiguamente había una construcción antigua que se utilizaba para el almacenaje de forraje y herramientas de campo.
El pedido puntual del propietario fue transformar esta antigua construcción en una segunda residencia, la cual sería utilizada temporalmente. La decisión del equipo de Tatú fue la de "mantener la forma y disposición de la cubierta para rescatar cierta identidad presente en el paisaje".
Otra premisa del equipo fue "ejecutar una membrana exterior de madera, liviana y de fácil montaje" que recubriera la antigua casa y a la vez amplificar los espacios interiores. A partir de esto se logró liberar el espacio interior adquiriendo una sensación de amplitud mayor con superficies limpias y plenas.
La distribución interior se articula a partir de un muro equipado conteniendo la cocina, despensa y el escritorio que otorgaría la flexibilidad para operar en un formato de home office. En un entrepiso sobre el comedor se ubicó la sala de descanso con la cama y espacios de armario.
Por último, se decidió que el acceso a los servicios sería exterior en un intento de poner en valor la identidad rural uruguaya al rescatar en esta pieza contemporánea el antiguo funcionamiento típico de las casas de campo de nuestro país.