La historia de una pareja de ingenieros cordobeses responsables de la primera casa open-source
EcoSuyana, dedicada a la bioconstrucción y a servicios ambientales, aplicaron al Programa de Apoyo a la Competitividad Impacto que les permitió acceder a equipamiento para el control de calidad de aguas.
El increíble producto que divide ambientes en minutos, sin residuos y poca mano de obra
Cristian Torres y Noa Shlesinger, decidieron viajar por Latinoamérica por varios meses y fueron testigos de los problemas socio-ambientales de los distintos lugares que recorrían, como el déficit habitacional y la contaminación de los cursos de agua por la falta de tratamiento de aguas residuales y por la basura.
Habiendo estudiado ingeniería, sabían que las soluciones estaban a su alrededor y que lo que faltaba era la manera de transferir esos conocimientos. Estaban convencidos de que se podían tener mejores condiciones de vida con tecnologías adecuadas como: la calefacción solar, la aislación térmica, el tratamiento de aguas, la generación de electricidad con energías renovables, la valorización de los nutrientes con compostaje y reciclado de efluentes, entre otros.
Es allí, donde se les ocurrió compartir su conocimiento, juntar todas las soluciones en un solo lugar y diseñar una vivienda ecológica y autosuficiente que sirva de modelo. "Teníamos este sueño, y con nuestra hija en camino sentimos la responsabilidad de hacer algo para cambiar las cosas'', comenta Noa, la emprendedora.
En el 2016, nació EcoSuyana, que significa Esperanza en Quechua. El primer desarrollo fue la primera casa open-source (código abierto), para vivienda propia y la hicieron compartiendo conocimientos junto a cientos de voluntarios.
Realizan un sistema de saneamiento de aguas residuales domiciliarias, a partir de fitofiltros, que son canteros impermeables rellenos de materiales naturales filtrantes con plantas que depuran las aguas residuales permitiendo su reuso.
Hoy en Los Cocos, Córdoba son una empresa dedicada a la bioconstrucción y a servicios ambientales. Brindan una solución integral para mejorar la calidad de vida de las personas y disminuir el impacto ambiental, cuidando los recursos naturales y generando oportunidades.
En 2021, aplicaron al PAC Impacto, que les permitió comprar equipos de laboratorio y hacer ellos mismos el control de calidad de aguas para garantizar el buen funcionamiento de los fitofiltros y este año a la línea de financiamiento Emprender con perspectiva de género. También participaron de la 5ta. edición del programa Emprende Conciencia.
Se encuentran en una etapa consolidada de operaciones y ventas y con potencial crecimiento. Llevan construidas 4 viviendas completas y tienen 5 viviendas más en obra, el desarrollo de un EcoBarrio y 10 sistemas completos de fitofiltros para viviendas particulares y complejos turísticos. A su vez, están terminando de montar un laboratorio de análisis de aguas.
Se dedican a formar a jóvenes sin experiencia en la zona para trabajar, generando empleos de calidad y dándole prioridad al empleo femenino en un sector principalmente masculino. "Para emprender hay que tener mucha disciplina y coraje y para nosotros la motivación de todos los días son nuestros hijos. Es como la leyenda del colibrí: sabemos que solos no vamos a apagar el incendio, pero sumamos nuestra gota de agua con la esperanza de construir un mundo mejor", reflexiona la emprendedora.