Una torre de 12 pisos en el corazón de San José
Por Matías Carretero
Los arquitectos Oscar Razquin y Gabriel Luppino llevan años trabajando juntos y desarrollando distintos proyectos, pero ahora van por uno de sus pasos más ambiciosos. Se trata de un edificio de 12 pisos que está situado a dos cuadras de la plaza San José, en pleno corazón de Guaymallén. El proyecto, financiado por inversores privados que contrataron a los profesionales para llevarlo a cabo, se emplaza en un terreno de 2.267 m². En planta baja se ubican las 57 cocheras, la piscina y el SUM independiente de la torre. En el último piso, el edificio tendrá dos penthouse de lujo con terrazas con jacuzzi, algo verdaderamente inédito para la zona.
“Hace varios años comenzamos con los trabajos para este emprendimiento y la obra es muy importante. Antiguamente en ese terreno había galpones, pese a estar muy bien ubicado a pocas cuadras del centro mendocino. Sin lugar a dudas va a tener un impacto positivo en la zona. Va a jerarquizarla bastante, es muy factible que proyectos de similares características se instalen por el lugar a partir de este cambio de perfil. Indudablemente va ser un modificador del aspecto urbano de este espacio que no ha tenido propuestas con estas particularidades”, explicó Razquin a Área Tres.
Los profesionales consultados informaron que es una propuesta que tiene sus aspiraciones, con departamentos muy cómodos y amplios. Por piso nos encontraremos con 5 departamentos, de los cuáles 4 son de 2 dormitorios y el restante de una habitación. Las unidades tendrán balcones con espacio de 2 metros de ancho que permiten ubicar mesas como expansión del estar comedor.
“Tiene toda la obra gruesa terminada y se logró el emprolijado de todo lo que se relaciona con el hormigón armado. Además se han llevando a cabo las instalaciones. El inmueble tiene edificado cerca de 5.522 m². En planta baja se ubican las 57 cocheras, la piscina y el SUM. Las siguientes 10 plantas de 442 m² cada una cuentan con cinco departamentos en total. De esos, cuatro departamentos son de 90 m² con dos dormitorios con dos baños y antebaño; y un departamento de un dormitorio de 65 m²”, informaron.
Desde la Municipalidad de Guaymallén, explicaron que se terminaron los trabajos de obra gruesa en este emprendimiento y toda la estructura del edificio. Ahora empezarán con la parte de los detalles de la construcción. No hay fecha establecida para la finalización de este proyecto.
Luppino precisó, además, que actualmente están en la etapa final de un complejo de 17 departamentos en calle Almirante Brown 1424 frente a la plazoleta Biritos que tiene 4 niveles. “También estamos trabajando junto con Metalmet en viviendas construidas con estructura metálica y paredes de polietileno expandido con concreto, de alta eficiencia energética y estructural. Estas casas al construirse con este sistema permiten disminuir los costos y tiempos de ejecución.
Homenaje “A la Independencia y al Pueblo Cuyano”
Además de su actividad profesional, Gabriel Luppino es docente de la asignatura Morfología III de la carrera de arquitectura de la UNCuyo, junto con Andrés Asarchuck, Viviana Carracedo, Antonella Vergara y Facundo Pérez. Ellos fueron los encargados de realizar el proyecto ganador del concurso “Monumento escultórico en homenaje a la Independencia y al Pueblo Cuyano” que se realizó en el marco del Bicentenario de la Independencia de la República Argentina.
Fue una idea conjunta de las facultades de Artes y Diseño, Filosofía y Letras e Ingeniería, con la dirección de Obras del Rectorado de la UNCuyo, para crear una escultura que será emplazada en los jardines que rodean esas tres Unidades Académicas y el Comedor Universitario.
Actualmente se encuentra en proceso de elaboración de la documentación para su construcción.
El monumento consiste en dos espirales abrazadas, una de ellas incompleta, que representan el bicentenario. En altura, estas siluetas helicoidales representan alas, en un gesto de elevación y crecimiento. La forma -final resultante podría sintetizarse en un tronco de cono invertido compuesto por elementos modulares con forma de plumas.
La espiral externa está trabajada con metal desgastado u oxidado, con una textura más vigorosa. Como elemento de gran valor simbólico, las plumas más altas llevarán una horadación que permitirá el paso del sol durante los meses en que se desarrolló el Cruce de los Andes. La espiral interna, llegará a una altura aproximada de 12 metros y estará resuelta en metal brillante. Se espera que su forma contraste con el entorno arquitectónico, que presenta formas prismáticas, de aristas aladas, al tiempo que medie con las formas del paisaje natural.
Además, la obra cobra un valor especial durante los meses que se realizó el Cruce de los Andes, proyectando sobre el terreno el paso de la luz solar sobre su base. El sol cuyano, como elemento de gran valor simbólico es tomado en la propuesta como reloj solar para indicar las fechas relevantes de la epopeya de los Andes.