Conocé cual es el edificio más alto de Asia de construcción de madera
Desde hace tiempo se considera a Singapur como una "ciudad jardín", término acuñado en la década de 1960 por Lee Kuan Yew, padre fundador y ex primer ministro del país. Desde entonces, la isla se embarcó en amplios programas de plantación de árboles y adoptó la llamada arquitectura "biofílica", en la que a menudo se observa vegetación que trepa por las fachadas urbanas o sale de los rascacielos.
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Un nuevo campus universitario de seis pisos es su última construcción. Sede de la escuela de negocios de la Universidad Tecnológica de Nanyang (NTU), el diseño suavemente curvado presenta atrios iluminados por el sol, zonas de estudio al aire libre con exuberantes telones de fondo y ascensores que descienden a lechos de plantas tropicales.
Desde las barandillas a los bancos, pasando por los marcos de las puertas y los separadores de espacios (incluso una parada de autobús contigua), todo se construyó con madera; también las vigas y columnas estructurales. De hecho, el edificio está construido casi en su totalidad con madera maciza, una nueva generación de material de ingeniería, dispuesta en capas y unida con fuertes adhesivos que está ampliando los límites de la arquitectura. Con 43.500 metros cuadrados, se trata del edificio de madera más grande de Asia por superficie construida.
Llamado Gaia en honor a la antigua diosa griega de la Tierra, el proyecto se inauguró este año y costó 125 millones de dólares singapurenses (U$S 93 millones). Su estructura de madera expuesta no tiene revestimiento ni pintura, una decisión de diseño que celebra los materiales naturales y obsequia a los visitantes la sensación de caminar entre árboles.
Según el célebre arquitecto japonés responsable del proyecto, Toyo Ito, ese era precisamente el objetivo.
Ito, galardonado con el Premio Pritzker en 2013, diseñó Gaia junto con la empresa RSP. Cuenta con un auditorio para 190 personas y una docena de aulas, así como instalaciones de investigación, despachos para el profesorado y amplias terrazas de estudio.
Los sanitarios, las losas de la planta baja y las escaleras exteriores se construyeron con concreto (en parte debido a la normativa local), la estructura se hizo con madera talada de abetos de Austria, Suecia y Finlandia. La madera se prefabricó en paneles y vigas de gran resistencia en Europa antes de ser enviada al país asiático.
Para responder a las inquietudes que generó la construcción del edificio, los diseñadores de Gaia también añadieron una "capa de sacrificio" de madera a las vigas del edificio que, en caso de incendio, se carbonizaría y protegería la madera que hay debajo.
Muchas de las supuestas ventajas de la madera maciza son, sin embargo, medioambientales. Alrededor del 40% del consumo mundial de energía se atribuye a la construcción y el funcionamiento de los edificios. Pero, a diferencia del concreto y el acero, cuya producción consume mucha energía y es responsable de una parte significativa de la huella medioambiental de los edificios, los árboles absorben dióxido de carbono durante toda su vida.
Si un árbol se convierte en madera maciza, ese carbono incorporado se secuestra, en lugar de devolverse a la atmósfera. Los estudios sugieren que un metro cúbico de madera puede almacenar aproximadamente una tonelada de dióxido de carbono.
La madera también funciona como un aislante natural que, en lugares cálidos como Singapur, atrapa menos calor que el concreto (o reduce la pérdida de calor en climas más fríos). Aunque los diseñadores de Gaia dicen no haber calculado las emisiones ahorradas durante el proceso de construcción, afirman que en funcionamiento la estructura produce 2.500 toneladas métricas menos de dióxido de carbono que sus equivalentes de concreto o acero, un ahorro anual equivalente a retirar más de 550 vehículos de las carreteras.
El ahorro energético no se limita a los materiales. Por un lado, el exterior del edificio cuenta con unas estructuras situadas estratégicamente que proyectan sombra sobre la fachada, ayudando a mantenerla fresca.
En lugar de ventiladores mecánicos, una proeza en un país situado a menos de 140 kilómetros al norte del Ecuador, el sistema de aire acondicionado de Gaia se basa en la "refrigeración pasiva", que impulsa agua fría a través de serpentines para enfriar el aire circundante. La ventosa orientación norte-sur del edificio favorece la ventilación natural, al alinearse con la dirección de los vientos dominantes en Singapur.
Las autoridades del país designaron a Gaia como un edificio de "energía cero" que (con la ayuda de paneles solares en el tejado) produce tanta energía como consume. Hasta la fecha, sólo 16 edificios de Singapur consiguieron esta distinción, y precisamente la mitad de ellos son propiedad de la NTU, incluido un pabellón deportivo del campus también diseñado por Ito.
Fuente CNN y