Permacultura: el «superadobe» crece como técnica

Se trata de una técnica de construcción iraní con alto impacto en el cuidado del medio ambiente.


 


Por Leandro Giraudo, arquitecto


El “superadobe” es una técnica de construcción con sacos que se rellenan con tierra. La técnica fue creada por el arquitecto iraní, Nader Khalili, que desarrolló esta práctica en los Estados Unidos de la mano de su fundación Cal Earth en California. Se trata de un sistema constructivo aprobado para soportar incendios, inundaciones, huracanes, termitas y terremotos de más de 7 grados en la escala de Richter.


Para conocer más sobre esta tendencia,  Área Tres entrevistó a María Loreto Retamales, fundadora de Superadobe del Sur, una empresa de capacitación y asesoría en construcción de esta técnica con sede en Huerta Grande, Córdoba. Actualmente comparten los conocimientos de CalEarth  dando cursos en Argentina, Chile y Bolivia. Teniendo en cuenta que un tercio de la población mundial vive en viviendas de tierra (la mitad en países en vías de desarrollo), ¿Existe una especie de revalorización o de vuelta a lo primitivo?


Creo que la vuelta a la construcción con tierra pasa por varios factores. Efectivamente, hay una revalorización de la arquitectura tradicional -ancestral- como una tendencia que también se da en el campo de las artes, en la formas de educación, en la medicina, en las nuevas formas de vivir, acompañado del gran movimiento de la permacultura y sustentabilidad. En tiempos en que los recursos  industriales resultan cada vez más inaccesibles para muchos y contaminantes -de forma directa o indirectamente- y en donde todos nuestros hábitos de consumo se relacionan fuertemente con el petróleo y la industria, es lógica la necesidad de buscar nuevas formas.


¿Es una respuesta a esta incapacidad de los sistemas tradicionales o industrializados de construcción de dar una solución al problema del habitad?


El mundo aún está lleno de recursos naturales a los que el hombre, con un poco de ingenio y algo de mínima tecnología, puede echar mano. Un ejemplo de esto es la técnica del “superadobe, superblock o earthbag building”, en su expresión más genérica. Todo esto no es más ni menos que una tendencia global, en donde se están empezando a buscar y construir nuevos paradigmas para vivir mejor, sin la esclavitud de los sistemas financieros, de los cuales dependemos a la hora de solicitar un crédito, construir o comprar una casa. La gente está cansada de trabajar toda una vida para poder tener el sueño de la casa propia. Pero además, quiere tener una casa, que sea amigable, natural, confortable, económica y de autoconstrucción.


¿Cree que los actores clásicamente  involucrados en la construcción comienzan a dejar de ser  tan escuchados y empieza a aparecer nuevas voces que proponen alternativas que realmente la dan solución al problema de la vivienda?


Nader Khalili, creador del “superadobe”, murió creyendo que a esta fecha el problema habitacional del mundo estaría superado gracias a su técnica. Lamentablemente estamos lejos de esa meta. Creo que aún hay muchas cosas nuevas que las autoridades, desde el más alto nivel a las locales, aún no vislumbran, y se resisten. Pero el movimiento a nivel global es pujante y no hay vuelta atrás. Construcción sustentable, permacultura, reciclado, educación para los nuevos tiempos, serán conceptos cada vez con más eco. El “superadobe” responde eficazmente a este nuevo paradigma. Hay que destacar que el creador de esta técnica patentó dicha tecnología para uso humanitario, pensando en todas las personas que no cuentan con casa ni recursos para construir.


¿Es legal construir con esta técnica bajo las normas de nuestros códigos de edificación?


El “superadobe”, tal y como fue concebido por Khalili y sus asistentes, está aprobado bajo la legislación de California, Estados Unidos, una de las más estrictas del mundo. Tan solo ese certificado internacional ha permitido construir refugios y barrios en Palestina e Irán. Pero curiosamente, en países como Chile y Argentina nadie valora esas aprobaciones. Y la técnica como tal no es reconocida por desconocimiento. Creo que aún vamos a necesitar tiempo y algo de dinero para validar el sistema constructivo por alguna entidad oficial.


¿Por dónde viene la mayor resistencia?


Hay que decirlo, la mayor resistencia es por el lado de los arquitectos e ingenieros que trabajan en los municipios, que son, finalmente los que dan o no el visto bueno a las construcciones. La mayoría de las construcciones de “superadobe” en el mundo han sido realizadas por personas que han aprendido la técnica, no arquitectos ni ingenieros, y el resultado es excelente.


Creo que la resistencia tiene que ver con la ignorancia. Nader Khalili menciona en uno de sus libros, que el cemento no hace casas antisísmicas por sí mismo. Lo que hace que una construcción sea antisísmica es la combinación de materiales bien utilizados. En el caso de los domos, es la combinación del alambre, que es como un encadenado en cada hilera de bolsa, la mezcla de tierra bien preparada, más su geometría. Las propiedades de la técnica, en construcciones rectangulares, no son las mismas.


¿Cuál es su experiencia a la hora de ofrecerle a un cliente un sistema constructivo que, para el común de ellos, es completamente desconocido?


Ahora, cabe una aclaración, yo diría que en el mundo recién podemos hablar un poco más de un centenar de casas de “superadobe”. En Córdoba, el único prototipo que hay 100% con la técnica como se realiza en Cal Earth  es mi casa y proyectos propios o de alumnos que están en proceso. He visitado unos cuantos proyectos en la zona y ninguno está en condiciones óptimas, y me atrevería a decir que en algunos puntuales el riesgo en caso de terremoto es alto. Esto sucede porque en Argentina el nivel de autodidactas es alto y empiezan a construir con un video de Youtube. Hay unos cuantos detalles que dejan de lado, que son muy importantes, que no aparecen en general en los textos (que están todos en inglés) y que no se aplican. Me parece serio y preocupante. Porque esos proyectos no son de “superadobe”. Son casas, hechas con tierra a veces suelta, en sacos, muchas veces con tamaños desmedidos, con proporciones mal calculadas, y muchos intentos de domos que luego terminan con un techo porque no pudieron cerrarlo. Yo haría la distinción.


¿Cuánto más accesible es construir con “superadobe”? ¿Cuánto cuesta hoy construir una casa de 150 m2 100 % con este sistema?


Bueno, es muy relativo, partiendo de la premisa de si se compra la tierra o se saca del lugar. El costo en materiales es significativamente más barato que en otro tipo de construcciones, pero la mano de obra, si hay que pagarla se lleva al menos el 70% del valor de la obra. Dependiendo de las terminaciones, que siempre es lo más caro, una casa  puede salir unos $1.000 a $2.000 pesos el metro cuadrado, con toda la mano de obra incluida. Generalmente las casas de “superadobe”, sin técnica mixta, solo domos, se utilizan para proyectos más pequeños. El prototipo llamado Eco Domo, tiene 40 a 45 m2, pero es un diseño que optimiza el uso del espacio al máximo. El costo en materiales solamente de este prototipo es de $20.000 a $25.000, incluyendo instalaciones. El resultado es una casa muy aislada térmicamente, antisísmica, anti fuego y anti huracanes.