Así es el sistema de bloques de madera que permite construir casas en siete días sin usar cemento
Construir una casa como si fuera un juego de niños ya no es solo una fantasía. Si alguna vez sentiste la satisfacción de encastrar dos piezas de Lego hasta escuchar ese "clic" perfecto, tal vez estés más cerca de levantar tu propio hogar de lo que pensás. Inspirados en la lógica lúdica y precisa de estos icónicos bloques daneses, algunos ingenieros comenzaron a trasladar esa misma idea a la arquitectura: estructuras modulares, simples, rápidas y sostenibles.
Líderes en construcción modular en Sudamérica
Así nació Gablok, un sistema belga que propone una alternativa ecológica y eficiente al cemento y al acero. Se trata de bloques de madera prefabricados que se ensamblan sin necesidad de mortero ni herramientas complejas. El resultado: la estructura de una casa de 200 m² puede quedar lista en apenas siete días, como si se tratara de una construcción a escala real hecha con Lego.
El inventor detrás de esta propuesta es Gabriel Lakatos, un experto con más de 25 años de trayectoria en el sector que en 2018 patentó este sistema modular. Su objetivo fue claro desde el inicio: permitir que cualquier persona pueda construir su casa de manera sencilla, rápida y sostenible. El kit incluye ocho bloques básicos para pisos y muros, junto con piezas de unión que encajan entre sí, como en un juego de construcción.
¿Cómo funciona?
Los bloques están hechos con paneles de madera OSB (una especie de tablero compacto de fibras orientadas) y un núcleo de poliestireno expandido grafitado (EPS). Esta combinación permite una estructura liviana, aislante y resistente, tanto en lo térmico como en lo acústico. Se fabrican en tres longitudes (30, 60 y 90 cm), pero siempre con las mismas medidas de profundidad y altura: 30 cm. El bloque mediano pesa solo 7,5 kg y ninguno supera los 9 kg, lo que elimina la necesidad de grúas.
Uno de los puntos más destacados del sistema es su capacidad de aislamiento térmico: su conductividad térmica es de 0,15 W/m²K, lo que lo convierte en una opción excelente para viviendas de bajo consumo energético. Esto se traduce en menor gasto de calefacción y refrigeración, y por ende, menos impacto ambiental y facturas más bajas.