Una tendencia que crece: las ventajas del Steel para construir en zonas frías

El invierno llegó a la Argentina con registros de temperaturas promedio extremadamente bajas y todo indica que será el más frío de los últimos años. Construir viviendas, oficinas y espacios habitables en zonas con condiciones climáticas adversas implica un gran desafío para el sector y una gran oportunidad para la construcción industrializada. Si bien la construcción en seco está presente en todo el país, el desarrollo del Steel es aún mayor en las zonas frías y templadas frías gracias a dos grandes ventajas: el aislamiento térmico en muros de menor espesor, lo cual no es posible de alcanzar en la construcción húmeda, que además reduce un 60% el consumo de energía en calefacción y refrigeración.

A diferencia de otros métodos constructivos, al momento de calefaccionar una casa o un espacio de trabajo, el Steel ofrece un uso más eficiente del consumo energético que permite ahorrar en las tarifas de electricidad y gas. También posee una menor huella de carbono, disminuyendo las emisiones de gases de efecto invernadero.

A su vez, es reconocido principalmente por la rapidez de construcción: se trata de un sistema constructivo en seco basado en el uso de perfiles de acero galvanizado que reduce el tiempo de obra al 30% respecto al mismo proyecto en construcción húmeda. Esta es una ventaja clave para la construcción en zonas con inviernos muy fríos, donde los tiempos de obra están acotados por fenómenos climáticos que imposibilitan el trabajo, como la nieve.

Además, las estructuras se caracterizan por su gran resistencia a las adversidades climáticas como fuertes vientos y tormentas de nieve, y a la corrosión atmosférica. Asimismo, el recubrimiento galvanizado de los perfiles garantiza una durabilidad de más de 300 años aún en caso de inundación, siempre que exista un proceso de secado adecuado.

En ese sentido, es importante diseñar y calcular la estructura de Steel para garantizar la seguridad en proyectos expuestos a estas temperaturas, asegurándose que la obra sea capaz de resistir cargas de viento, nieve y sísmicas, al igual que esfuerzos a los está sometida y que actúan sobre ella a lo largo de su vida útil.

Gracias a la precisión y la velocidad que ofrece durante la construcción, y a la adaptabilidad a distintas condiciones climáticas que poseen el acero galvanizado y los materiales aislantes, el Steel crece de manera sostenida. "Creemos que la construcción en seco, más allá de la coyuntura particular por la que estamos atravesando, tiene un potencial de desarrollo importante, ya que los aspectos ambientales como el ahorro de energía, reciclabilidad y mínimos desperdicios, entre otros, son cada vez más tenidos en cuenta a la hora de proyectar un edificio. Y en estos aspectos, el Steel® presenta ventajas importantes respecto de la construcción húmeda", afirma Francisco Pedrazzi, Presidente del INCOSE y Gerente de RRII de Barbieri.