Mujeres cuentan sus experiencias en el mundo de la construcción
En el marco del Día del Trabajador y la Trabajadora de la Construcción, que se celebra el 22 de abril, la agencia Télam recuperó testimonios y experiencias de mujeres en el mundo de la construcción. Un sector que poco a poco comienza a aggiornarse con los nuevos tiempos.
A pesar de que la Encuesta Permanente de Hogares del tercer trimestre de 2022 relevó que el 2,9% de las mujeres trabaja en la rama de la construcción, y el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) registra un 6% de mujeres que trabajan en la Rama de la Construcción como asalariadas registradas del sector privado, el creciente número de testimonios de mujeres que se desempeñan como albañiles, soldadoras, arquitectas, empresarias y funcionarias demuestra que hay más mujeres en este sector de lo que los números indican.
Gloria Colluegue, soldadora de 43 años, fue capacitada por la fundación Uocra y posee certificación de estudio en encofrado en hormigón, armado, durlock, cielo raso suspendido, división de ambiente y tabiquería. Karina Franco, albañil de 33 años y delegada en una obra por Uocra seccional Capital, recuerda su acercamiento al sector gracias a la dedicación de su padre al mismo.
Se realizó el tercer Encuentro de Mujeres Empresarias EME
Por su parte, Romina Gómez Zambón, de 44 años, es maestra mayor de obras y trabaja desde hace 15 en la Secretaría de Obras Públicas, donde ocupa la dirección de Ejecución de Proyectos Específicos. La arquitecta Virginia Brea, de 44 años, fundó en 2006 su empresa BR Construcciones, dedicada a obras públicas y privadas.
A pesar de estos testimonios alentadores, todavía hay mitos instalados en torno a la presencia de mujeres en la construcción. Karina Franco considera que el más arraigado "es que no podemos realizar cierto tipo de tareas, que la mujer es vulnerable".
Desde su experiencia, Romina Gómez Zambón recuerda que cuando comenzó a trabajar en la Secretaría de Obras Públicas, le dieron tareas de oficina, pero que con el tiempo demostró su capacidad y se abrieron nuevas oportunidades laborales para ella.
El hecho de que las mujeres participen en el 30% de las obras impulsadas por la cartera nacional de Obras Públicas demuestra que la incorporación de mujeres a la construcción no solo es posible sino que también es beneficiosa para el sector.
Las mujeres pueden aportar una perspectiva y un enfoque diferentes en un ámbito laboral que, como muchos otros, ha estado dominado por hombres. Además, la construcción es uno de los sectores más dinámicos de la economía argentina y, en un contexto de creciente demanda de infraestructura, la inclusión de mujeres puede ser una oportunidad para aprovechar su potencial y avanzar hacia una mayor igualdad de género en el mundo laboral.