Rescate patrimonial: vecinos intentan salvar una casona con más de cien años de historia
Los viviendas antiguas son un elemento central para el patrimonio cultural y arquitectónico de las ciudades. Es que sin duda, además de su valor edilicio, son también depositarias de la historia de los lugares.
Y este es el caso de una antigua casona que cuenta con más de cien años a la que que un grupo de vecinos intenta salvar de la demolición. Se trata de una casona de Villa Devoto construida a inicios del siglo 20, donde además vivió el histórico dirigente radical Francisco Beiró.
La casa en cuestión se encuentra en calle José Cantilo 4500 de Villa Devoto en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en 2008 fue adquirida por una reconocida inmobiliaria. Desde entonces la casa ha sufrido un marcado proceso de deterioro en casi toda si estructura.
Frente a esto, un grupo de vecinos de la zona presentó una el año pasado 2021 una iniciativa en l Legislatura Porteña en la que proponen la toma de posesión de la vivienda con el propósito de convertir el sitio en un museo. Pero la preocupación actual es que si dicha iniciativa no se antes del cierre del año, perderá estado parlamentario.
Por otro lado, legisladores presentaron otras alternativas que están en estudio entre la que se destaca la posibilidad alquilar la propiedad a sus actuales dueños, o también, la ampliación de los alcances de una ley ya existente que protege la estructura del edificio por su valor patrimonial ante posibles intentos por demolerla.
"Estamos analizando qué opciones existen sin la necesidad de tener que demandar fondos al Estado porteño o que se requieran los menos posible", admitió a Télam uno de los integrantes del bloque de la UCR-Evolución que interviene en el tema y que admitió la probabilidad de que la situación de la casa de Beiró no se salde este año, sino que pase al 2023.
Sin embargo, mientras se discute el futuro de la propiedad, la falta de mantenimiento sigue haciendo estragos en la estructura de a casa y tal como puede observarse en las imágenes compartidas en redes sociales, las rejas muestran avance del óxido, los vidrios de la puerta están destrozados; las paredes y techos de adentro al borde del colapso; la carpintería, los mármoles y granitos de los revestimientos originales se perdieron y los vitraux lucen incompletos.
La casa fue construida por el propio Beiró a inicios del siglo 20 y, por entonces, ocupaba un cuarto de manzana con un sector de caballerizas y otro para la cría de gallinas.
En declaraciones a la agencia de noticias Télam, Edgardo Tosi, de la Junta de Estudios Históricos de Villa Devoto, evaluó que "la casa de Beiró estaba bien antes de la compra, pero ahora está en ruinas, a la miseria, y eso está a la vista", tras lo cual manifestó que el estado actual de daño "es una demostración de los gobiernos que no quieren hacer nada por ella y de la inoperancia de la ley de protección".
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Beiró habitó la vivienda hasta su fallecimiento y, posteriormente, sirvió como residencia de sus familiares hasta hace poco más de una década, en 2008, cuando dos de sus nietas, muy jóvenes, vendieron la casona a una firma de bienes raíces muy conocida en la zona.
La inmobiliaria proyectó, por entonces, la idea de deshacerse de la vieja estructura y levantar una nueva construcción en un barrio con alto valor inmobiliario, lo que no llegó a concretar porque la Legislatura, a pedido del grupo barrial, votó una ley que otorgó una protección patrimonial al inmueble por su valor histórico, lo que impidió la demolición de la estructura.