La Torre de la Vida, el monumental proyecto que aspira a ser un ícono de la arquitectura mundial

Este espectacular edificio está inspirado en el baobab, símbolo de la cultura senegalés, y es un claro ejemplo de la arquitectura biomimética.

La Torre de la Vida es una gigantesca estructura inspirada en el baobab, símbolo de la cultura senegalés, en África, y un claro ejemplo de la arquitectura biomimética. Su color de terracota evoca las sencillas construcciones de barro de la región y la tonalidad de sus paisajes. Sin embargo, atesora también las tecnologías del mañana.

Gemelas metálicas, estas dos casas comparten terreno y concepto estructural 

Desarrollado por un estudio de arquitectura libanés, la Torre de la Vida es capaz de generar más energía de la que gasta. Esto se lograría gracias a la eficiencia energética, ya que la estructura terrosa exterior contribuye a generar un microclima por medio de sus perforaciones.

Por otro lado, utiliza vidrio fotovoltaico para generar electricidad y un sistema de recolección del agua de lluvia que va a parar a un aljibe en los cimientos. En la base del edificio también hay un biorreactor que transforma residuos orgánicos en energía.

La huella de carbono negativa se logra a través de estos sistemas energéticos, pero también gracias al uso de impresión 3D con materias primas obtenidas en las inmediaciones, reduciendo las necesidades de energía para el transporte y la fabricación. Así, toda la estructura exterior se construye con tierra del lugar e impresión aditiva.

La imitación de formas orgánicas se ve reflejada en esa misma estructura exterior, que utiliza patrones de reacción-difusión, un modelo matemático que determina la distribución de las manchas en peces o animales. Tal como se ha indicado, estas aberturas controlan la luz que llega al interior del edificio. También se aplican a todo el terreno colindante, ya que en el subsuelo se prevé la construcción de un museo que utilizará las aberturas a modo de claraboyas.

En términos más concretos, la Torre de la Vida alcanzará los 290 metros de altura y contará con vertipuertos para el aterrizaje de drones y helicópteros. En la zona superior también alojará un bosque para regular la temperatura y los niveles de oxígeno. Todo ello se monitorizará por medio de una serie de sensores, que detectarán desde los niveles de humedad hasta la calidad del aire, la temperatura y los niveles de ocupación de cada espacio.

Sobre la biomimética

La biomimética se trata de una disciplina que emula y replica principios y comportamientos del mundo natural, aplicándolos a soluciones tecnológicas. De forma resumida, un edificio basado en las premisas de la arquitectura biomimética suele reunir algunas de estas características:

Autosuficiente energéticamente. Huella de carbono cero o negativa. Formas orgánicas. 

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