Mendoza 2030

Reservas petroleras y gasíferas en retroceso.

Problemas para afrontar el aumento del consumo. Un modelo energético que parece agotarse. La situación parece necesitar respuestas urgentes, justo en un tema en el que las salidas de fondo no son urgentes, sino todo lo contrario. Para poder tener un panorama más amplio puede valer irse más allá Entonce ¿Cómo puede ser la Mendoza del año 2030?

Con casi dos décadas por delante, ya hay quienes piensan y se imaginan cómo puede ser la Mendoza del futuro. Por un lado por curiosidad, pero sobre todo por necesidad. “Hay que proyectarlo pero porque no queda otra opción. El modelo basado en el gas y el petróleo está en crisis. Mendoza tiene mucho potencial para desarrollar otro modelo energético”, explica Alejandro Burlot, subsecretario de Energía.

Energía fotovoltaica con paneles solares que se extienden por el desierto; pequeñas centrales hidroeléctricas que aprovechan la fuerza de los cauces y le dan corriente a las industrias, aerogeneradores que aprovechan la potencia de los vientos de Malargüe y San Rafael. Residuos agroindustriales que dejan de ser basura para convertirse en biomasa. Así será la Mendoza del 2030, que seguirá teniendo como principal fuente de energía la potencia de sus ríos. Pero el principal cambio, explican, no deberá ser en la generación, sino en la eficiencia del uso de esa energía. “La generación de energía más barata y menos contaminante es la eficiencia”, explican como un postulado los especialistas.

Un problema que retrasó el desarrollo de nuevos modelos en Mendoza fue la falta de diagnósticos y también el “cajoneo” de proyectos energéticos. Ahora apuntan a revivirlos. Una de las aristas es la investigación que realiza la Universidad Nacional de Cuyo. La provincia firmó un convenio con esa casa de estudios par evaluar otras aristas energéticas.

En la Mendoza del 2030 el petróleo será un recurso aún más escaso. Hoy las reservas están estancadas. Por eso el objetivo es buscar las alternativas. Y para mirar hacia el futuro, en Mendoza fue necesario revisar los archivos y desempolvar una decena de proyectos energéticos que estaban en pleno desarrollo y fueron cajoneados en momentos en que la economía no se movía.

Ahora recobran vida. Algunos de ellos salieron de Agua y Energía y EMSE. En la lista están los grandes aprovechamientos hidroeléctricos. En la lista de obras a futuro sólo hay una realizada; Potrerillos. En realidad esa era sólo una de la serie de represas previstas. Pero en ese sistema la prioridad para el Gobierno la tienen los aprovechamientos Cordón del Plata I, II y III. Se trata de obras hidroeléctricas que podrían prescindir de paredones, haciendo más barata su construcción y con una potencia y capacidad de generación de energía enorme.

Sólo Cordón del Plata I tiene previsto una potencia de 847MW y una generación anual de 2300 GWh al año. Ese sistema hidroeléctrico fue diseñado en 1983 y se dejó con estudio de factibilidad terminado. Pero quedó en el olvido.

En el mismo sentido en lista de espera están las obras hidroeléctricas El Baqueano, sobre el río Diamante, las 5 represas sobre el río Grande y, obviamente, Los Blancos I y II en el río Tunuyán.

Pero el futuro de Mendoza no estará sólo en los grandes proyectos energéticos. De hecho, aseguran que es más factible tener estrategias con recursos más accesibles, como los pequeños aprovechamientos hidroeléctricos. “Estaban listos para ejecutarse. Si se plantea a nivel macro, no se nota la importancia que tienen. Pero con las pequeñas represas se puede generar energía para crear nuevas zonas industriales autoabastecidas”, explica Burlot. Allí aparece otra tendencia moderna y que será parte de la Mendoza del futuro: que las industrias generen su propia energía de manera sustentable. En ese sentido ya hay avances con Bodegas de Argentina.

El sol siempre sale

Hay una certeza: en Mendoza el sol siempre sale. Por eso, en el futuro la energía solar fotovoltaica es una fuente viable para modificar la matriz energética. Hoy los costos son elevados y hacen poco viable una ecuación económica inmediata. Pero año a año eso cambia: en pocos meses el costo de los paneles bajó un 20% y como la producción y la investigación sobre el tema crecen, los precios bajan.

En los próximos meses se van a concretar dos proyectos para generar ese tipo de energía de manera. Uno de los parques solares estará en Lavalle y el otro en Luján de Cuyo y hay otros tres en carpeta. Esas iniciativas buscan aprovechar los beneficios de la resolución 108 de la Secretaría de Energía de la Nación, que otorga precios diferenciados para la venta de ese tipo de energía al sistema. “La tecnología evoluciona todo el tiempo y los costos bajan rápidamente. Tenemos la certeza de que en la provincia es viable pensar en grandes plantas de energía solar”, dice Burlot.

No se tira

Mendoza es una provincia agroindustrial (además de petrolera). Ese tipo de industria genera una enorme cantidad de desechos que hoy son simplemente eso, basura. Pero es una enorme fuente de energía a través de la biomasa. La Universidad Nacional de Cuyo y el Gobierno trabajan para intentar crear una industria a partir de esos residuos. “Hay una enorme cantidad de desechos de la agroindustria que sirven para generar energía a través de biomasa.  Es una de las fuentes de energía del futuro para la provincia”, explica el Subsecretario de Energía. En la Facultad de Ciencias Agrarias se montó una planta piloto para generar energía con biomasa. Los resultados de ese proyecto serán evaluados para tener en cuenta la producción a gran escala. La otra pata es el aprovechamiento de los residuos sólidos urbanos para generar biogas.

Viento que suma

En Mendoza hay desarrollo industrial relacionado con la energía eólica. Pero todo se “exporta” a otras provincias y otros países. Aunque es un tipo de energía con potencial, hay un retraso en cuanto a los análisis previos. “Es necesario tener estudios muy precisos para iniciar un emprendimiento. Había un atraso en cuanto a los diagnósticos”, aseguran.

Los futuros parques eólicos estarán en Malargüe y San Rafael. Antes de concretar alguna inversión, es necesario profundizar los análisis. Esos trabajos técnicos demandan entre uno y dos años de trabajo. Argentina tiene un fuerte potencial en ese sentido, según aseguran desde el Cluster de Energía Eólica. Según los industriales, Argentina tiene un mayor potencial eólico que petrolero, con una posibilidad de generar 2000 GW.

La revolución de la eficiencia

Una de la patas principales del modelo energético Mendoza 2030 es la eficiencia. Así, aseguran que con el ahorro energético (gracias a la conciencia de los usuarios y a la tecnología) podría ser necesario “generar menos”.

Los cambios son lentos, pero algún día hay que empezar. Para ello apuntan a generar un plan de reconversión en toda la provincia. Para promocionar esa acción se usó la Fiesta de la Vendimia. En el Teatro Griego se convirtieron todas las luminarias a tecnología LED. Y para evaluar el desempeño se midió el consumo antes y después de la reconversión. El resultado fue tremendo: con la nueva iluminación se ahorró un 57% de energía. Pero para mover la aguja apuntan a que el cambio abarque a todos. Por eso quieren implementar un plan de reconversión en la industria y también en cada obra pública.

Cambiar la actitud. Con eso se inicia. “Está la decisión política de iniciar este camino. El Plan Energético plantea los objetivos para el 2020”, asegura Burlot. Por las dudas, se plantea un margen de 10 años para cumplir.