Por Carina Luz Pérez
Julio es el mes señalado para que Nación llame a licitación pública para las obras de Portezuelo del Viento, la central hidroeléctrica que marcará el regreso de las grandes obras energéticas a la provincia en más de 20 años.
Con estas expectativas por delante, las empresas Industrias Metalúrgicas Pescarmona SA (Impsa) y Cartellone ya le adelantaron al gobierno provincial que desean presentarse juntas una vez más como oferentes para participar de Portezuelo tal cual lo hicieron cuando constituyeron entre las dos Cempsa (Consorcio de Empresas Mendocinas por Potrerillos SA), justamente para hacer el embalse más grande de la provincia a finales de los años 90.
De hacer esta obra, en el caso de Impsa significaría consolidar definitivamente su posición económica y financiera luego del embate que sufriera en 2014, tras los incumplimientos del pago de compromisos tomados por los gobiernos de Venezuela y Brasil, agravado por la adjudicación durante el gobierno de Cristina Fernández de la represa El Chihuido en Neuquén al consorcio Helport de Eduardo Eurnekian, a pesar de que la empresa de Enrique Pescarmona había presentado la menor oferta. Impsa hoy no tiene proyectos hidroeléctricos en desarrollo en la Argentina.
En este sentido, Ricardo Dell Agnolla, director de Desarrollo de Negocios Hidro e Eólica de Impsa, dijo que “la verdad es que para nosotros ganar esta licitación significa en principio tener trabajo para 800 empleados durante cinco años y consolidar nuestra posición económica y financiera, ahora decir si vamos a contratar a más gente es prematuro porque no tenemos los pliegos de la licitación”.
Por otra parte, reconoció que de plantearse asociaciones para participar en la construcción y puesta en marcha de Portezuelo del Viento, “obviamente trabajaremos con Cartellone por el conocimiento que tenemos de ellos, la experiencia y calidad del trabajo que ya vivenciamos en Potrerillos”.
Claro que en este caso, la obra supera con creces el tamaño de la presa de Potrerillos, ya que la capacidad del embalse sobre el Río Grande en el caso de Portezuelo del Viento la supera en tres veces y la generación de electricidad es 1,5 veces mayor al espejo ubicado entre las montañas del departamento de Luján.
Por su parte, desde José Cartellone Construcciones Civiles también confirmaron que presentaron una nota ante el ministerio de Economía, Infraestructura y Energía de Mendoza “para hacerle saber que estamos interesados, que vamos a participar, que como empresas mendocinas tenemos un compromiso para el desarrollo de la provincia; y vamos a aportar lo mejor de nosotros para generar un derrame en la economía local”, según explicó Arturo Manzur, director Técnico de la constructora.
Pero además, aseguró que aún en la espera de las condiciones del pliego licitatorio, Cartellone ha dado muestra de tener la capacidad de estructurar financieramente grandes proyectos, como las obras de rutas nacionales donde está participando actualmente.
De todas formas, una de las mayores dudas para las dos empresas interesadas son las condiciones que pueda imponer el Gobierno nacional en el pliego de la licitación internacional, donde se descuenta que harán ofertas empresas chinas, alemanas, austríacas, etc.
Es decir, aun con el data room disponible sobre los detalles técnicos de la mega obra, como los cálculos sobre las excavaciones a realizar, el tipo de hormigón necesario para hacer las paredes del dique, las obras hidromecánicas, la cantidad de turbinas, la potencia de las mismas, las rutas necesarias para su acceso más el traslado de la localidad de Las Loicas. Lo cierto es que no hay indicio alguno de si Nación permitirá que varias empresas formen una sociedad para aspirar a quedarse con la obra o preferirá contratar por separado la obra civil de la energética. Son los principales puntos a resolver antes de avanzar con la licitación.
De esto depende en gran medida la decisión de las empresas Impsa y Cartellone de formar nuevamente un consorcio como lo hicieran en el momento de hacer Potrerillos. Se espera que el Gobierno nacional haga los pliegos para contratar a una unión de empresas para todos los trabajos, por una cuestión de facilitar entre otras cosas el contrato y posterior control del cumplimiento de las obras ante un solo responsable. Sumado al hecho de que se puede fortalecer la estructura financiera del proyecto y así garantizar los fondos necesarios para esta mega obra de infraestructura energética.
Sin embargo, en la licitación del brazo cerrado Aña Cuá de Yacyretá, el Ente Binacional eligió contratar por un lado las obras hidroeléctricas y por otro, las obras civiles, con lo cual sólo queda esperar la forma en que será presentado el llamado para Portezuelo. La diferencia en el caso de la obra mendocina es que es un proyecto netamente argentino, mientras que Yacyretá es una obra hidroeléctrica que se comparte con Paraguay.
La estrategia esperada
La gran pregunta que por estas horas ronda la cabeza de los empresarios que desean entrar en esta licitación es qué privilegiará el gobierno nacional en su momento, el precio final o la protección de la mano de obra local, junto a su tecnología y capacidad técnica para realizarla. No hay que olvidar que Portezuelo del Viento es una obra energética de gran porte y clave para Mendoza y la región.
Es en este contexto que Dell Agnolla indicó que “el dinero para esta obra es de todos los mendocinos si mal no recuerdo, los famosos mil millones de dólares del pago de la reparación por la promoción industrial que tenían las provincias como San Luis o San Juan, y que en lugar de recibirla se pidió la realización de Portezuelo. Sería una pena que este dinero fuera a parar a manos de empresas extranjeras, cuyos países sí tienen estrategias para que se queden con este tipo de obras en todo el mundo a partir de financiamiento barato”.
El Director de Negocios de Impsa relato que “para la obra Tres Gargantas en China, la más grande que ha hecho ese país, el Gobierno chino exigía a las empresas extranjeras fabricar el 40% de los equipos contratando las dos empresas estatales y además transferir el 100% de la tecnología, sino no entraba ningún extranjero. Esto es un política de Estado y por eso hoy los chinos pueden ir por el mundo ofreciendo su mano de obra”.
En cuanto a la situación del precio del dólar, el ejecutivo de Impsa explicó que todas estas obras se licitan en dólares, por lo que la inestabilidad del tipo de cambio influenciará en este proyecto. Aún así, no es eso lo más acuciante, sino “que el Gobierno equilibre la cancha” para que podemos participar empresas mendocinas. Y ejemplificó “en el caso de los rodetes para las obras de Yacyretá, pudimos ver las ofertas técnicas y nuestra tecnología es muy superior a lo que ofertaron los chinos y los alemanes. Pero no podemos influenciar en las decisiones de gobierno, sí hacer la mejor oferta, ser más competitivos para que el dinero de los mendocinos quede en la provincia al concretarse Portezuelo”, afirmó Ricardo Dell Angolla.
Hacia un clúster industrial
“Si logramos que el clúster de la metalmecánica y el clúster de la construcción civil de la provincia intervengan en esta obra, para Mendoza y para la Argentina es lograr un pleno como en el juego de la ruleta”, dijo el secretario de Energía Emilio Guiñazú Fader, a modo de admitir diplomáticamente que también se espera del gobierno nacional una protección hacia las empresas locales. Algo como lo que se logró con las últimas licitaciones del RenovAr.
Esto se explica porque los trabajos durarán al menos cinco años, generando 5.000 empleos directos, los que se calcula que se multiplicarán por tres a lo largo del desarrollo de las tareas si se tiene en cuenta los servicios indirectos y el impacto económico que estos grandes proyectos generan en la zona.
Es que en este contexto, donde el Gobierno nacional debe poner freno al gasto, la obra pública puede sufrir un recorte. Sin embargo, se estima que no será éste el caso y que el cronograma seguirá como está previsto.
En tanto, la preparación de los pliegos está en marcha junto al llamado a una audiencia pública según los antecedentes que dejó el proyecto Barrancosa en Santa Cruz.
Por otra parte, desde que se abrió el sitio data room para conocer más detalles de Portezuelo, se han interesado en el proyecto alrededor de 30 empresas, según datos oficiales.
Datos claves del proyecto
-Potencial energético. Cuando la presa hidroeléctrica esté funcionando tendrá posibilidad de proveer energía al Sistema Eléctrico Interconectado para abastecer a 130.000 usuarios más. Teniendo en cuenta que hoy en Mendoza hay 400.000 usuarios del servicio domiciliario, el aporte implica alrededor de un tercio más de energía.
-Obra hídrica. La última central que se construyó en Mendoza fue Potrerillos, que se inauguró en 2003. Desde entonces no se hizo nada y Portezuelo de Viento es significativamente más grande. La presa permitirá la regulación de las aguas del río Grande, el más caudaloso de la provincia. El proyecto se levantará en Malargüe, a 20 kilómetros de la localidad de Las Loicas y a media hora de la ciudad cabecera del departamento.
-Plan de inversión. El proyecto demandará una inversión de entre 800 y 1.000 millones de dólares, incluyendo la construcción de la central hidroeléctrica, la presa y todas las obras complementarias entre ellas el traslado de parte de la ruta nacional 145, además de una línea de alta tensión bastante importante de 230kV y de 250 kilómetros de extensión.