El sueño minero en crisis
Y la meca minera argentina no es ajena a esa crisis: por primera vez desde 2005, año en que se empezó a palpar el boom minero, hay noticias negativas que llegan desde San Juan. Y el protagonista de esa noticia es la principal empresa explotadora de oro del mundo, es decir Barrick Gold, que tiene en la provincia vecina su foco de acción en el país.
Los problemas por ahora se centran en el proyecto binacional Pascua Lama, el más ambicioso de los últimos años. Primero fueron los problemas ambientales surgidos en Chile, que obligaron a la suspensión de los trabajos de ese lado de la Cordillera. Pero ahora hubo un “sinceramiento” de parte de la empresa y comunicaron oficialmente un alentamiento de la construcción de todo el proyecto. Ahora el nuevo plazo previsto para comenzar la producción de oro es 2016, mientras que el plan original era arrancar el año que viene. Ese alentamiento tiene que ver con los problemas surgidos en Chile, con el aumento de los costos del proyecto y también con la caída del precio del oro.
En ese sentido Pascua Lama no está fuera de los vaivenes de la economía global y de los comodities en particular. Por eso la propia empresa reconoce que con la caída del precio internacional del oro el proyecto “perdió” muchos miles de millones de dólares. En San Juan ya notaban señales de retroceso: se había suspendido la incorporación de personal y también la contratación de algunos proveedores. Igualmente tanto desde el Gobierno como desde la empresa aseguran que el proyecto sigue.
Barrick sigue firme explotando el proyecto Veladero, que está a pocos kilómetros de Pascua Lama y fue la primera mina de oro a cielo abierto de la provincia.
Pascua–Lama es el primer proyecto minero binacional del mundo. Se trata de una mina de oro a cielo abierto con reservas de oro estimadas en cerca de 20 millones de onzas, convirtiéndolas en una de las más grandes del mundo.
El lado de Pascua se ubica en la provincia del Huasco, región de Atacama, por el lado chileno; mientras que Lama se sitúa en la provincia de San Juan, por el lado argentino.
Originalmente se había proyectado una inversión de alrededor de US$5.000 millones y una vida útil de al menos 25 años, con inicios de los trabajos en 2014. Pero comenzaron los problemas y los costos se fueron mucho más allá y la construcción está frenada.
Hace pocas semanas Barrick Gold Corporation oficializó un dato que ya se notaba en laralidad: desaceleró la construcción de la mina y emprendió una política de reducción de gastos y “austeridad”. Ese recorte es muy importante: calculan que en dos años dejarán de invertir entre 1.500 y 1.800 millones de dólares. Se trata de dinero que “dejará” de llegar a los dos países.
Este año la justicia chilena y a autoridad ambiental de ese país ordenaron la suspensión de los trabajos, noticia que cayó como un balde de agua fría en la empresa y el sector. La empresa acató la decisión y apeló, pero de inmediato se inmovilizó todo del lado chileno. La mayor parte de las reservas de oro se encuentran justamente del lado chileno del proyecto, mientras que el sector de servicios, lixiviación y colas se ubica en San Juan. Por eso desde ese momento se especulaba con una postergación total, aunque Barrick analizaba seguir adelante del lado argentino y comenzar la explotación hasta que se resuelvan los problemas con la autoridad chilena. Ahora todo quedó a un ritmo más laxo.
Barrick aseguró que se vio obligado a la “recalendarización y reducción de los gastos de capital 2013-2014”, debido a que presentó un plan para “construir el sistema de manejo de aguas en total cumplimiento de las condiciones establecidas en los permisos para que estén concluidas a fines de 2014”. Según la empresa, este plan está sujeto a revisión a cargo de las autoridades regulatorias chilenas. “Después de esto, Barrick espera finalizar el trabajo de construcción que queda por hacer en Chile…En este escenario, se espera que mineral proveniente de Chile esté disponible para ser procesado a mediados de 2016”, explicaron a través de un comunicado. Pero hay otro factor: el económico. “En línea con este marco de tiempo y a la luz de las desafiantes condiciones del mercado y los precios más bajos de los metales, la compañía pretende recalendarizar la construcción de la planta de procesos y otras instalaciones en Argentina, para comenzar a producir a mediados de 2016”
El precio del oro juega un papel fundamental, pues la empresa asegura que como consecuencia de la caída del precio el proyecto se ha depreciado. “Como resultado de las recientes y continuas caídas en los precios del oro y la plata, así como del atraso en la primera producción de oro, la compañía está llevando adelante una evaluación de valorización. Un análisis preliminar indica un cargo por desvalorización del proyecto Pascua-lama en un rango aproximado de US$ 4.500 millones y US$ 5.500 millones finalizará una evaluación de valorización en la entrega de resultados del segundo trimestre del 2013”, adelantaron. En el mismo sentido la empresa anunció que analiza el valor de otros activos.
Todos están pendientes a ese proceso, pues se trata del principal proyecto productivo de San Juan y uno de los más importantes de Argentina. En la construcción de la mina trabajan más de 5 mil personas y cientos de empresas. Para la etapa de exploración se prometieron 1600 empleos.
En Mendoza la noticia hace recordar algo sucedido recientemente: el abandono del proyecto Potasio Río Colorado por parte de la empresa Vale. Aunque se trata de minerales, proyectos y empresas distintas, es difícil no hacer una comparación. Pero la empresa canadiense radicada en San Juan asegura que Pascua Lama sigue. Y una “garantía” de ello es que aún tiene en plena producción la mina Veladero. Para ese proyecto Barrick montó una ciudad a 4 mil metros de altura donde viven los operarios. Desde el año 2005 la mina entró en producción y aún le quedan varios años de vida útil.
Los problemas por ahora se centran en el proyecto binacional Pascua Lama, el más ambicioso de los últimos años. Primero fueron los problemas ambientales surgidos en Chile, que obligaron a la suspensión de los trabajos de ese lado de la Cordillera. Pero ahora hubo un “sinceramiento” de parte de la empresa y comunicaron oficialmente un alentamiento de la construcción de todo el proyecto. Ahora el nuevo plazo previsto para comenzar la producción de oro es 2016, mientras que el plan original era arrancar el año que viene. Ese alentamiento tiene que ver con los problemas surgidos en Chile, con el aumento de los costos del proyecto y también con la caída del precio del oro.
En ese sentido Pascua Lama no está fuera de los vaivenes de la economía global y de los comodities en particular. Por eso la propia empresa reconoce que con la caída del precio internacional del oro el proyecto “perdió” muchos miles de millones de dólares. En San Juan ya notaban señales de retroceso: se había suspendido la incorporación de personal y también la contratación de algunos proveedores. Igualmente tanto desde el Gobierno como desde la empresa aseguran que el proyecto sigue.
Barrick sigue firme explotando el proyecto Veladero, que está a pocos kilómetros de Pascua Lama y fue la primera mina de oro a cielo abierto de la provincia.
Pascua–Lama es el primer proyecto minero binacional del mundo. Se trata de una mina de oro a cielo abierto con reservas de oro estimadas en cerca de 20 millones de onzas, convirtiéndolas en una de las más grandes del mundo.
El lado de Pascua se ubica en la provincia del Huasco, región de Atacama, por el lado chileno; mientras que Lama se sitúa en la provincia de San Juan, por el lado argentino.
Originalmente se había proyectado una inversión de alrededor de US$5.000 millones y una vida útil de al menos 25 años, con inicios de los trabajos en 2014. Pero comenzaron los problemas y los costos se fueron mucho más allá y la construcción está frenada.
Hace pocas semanas Barrick Gold Corporation oficializó un dato que ya se notaba en laralidad: desaceleró la construcción de la mina y emprendió una política de reducción de gastos y “austeridad”. Ese recorte es muy importante: calculan que en dos años dejarán de invertir entre 1.500 y 1.800 millones de dólares. Se trata de dinero que “dejará” de llegar a los dos países.
Este año la justicia chilena y a autoridad ambiental de ese país ordenaron la suspensión de los trabajos, noticia que cayó como un balde de agua fría en la empresa y el sector. La empresa acató la decisión y apeló, pero de inmediato se inmovilizó todo del lado chileno. La mayor parte de las reservas de oro se encuentran justamente del lado chileno del proyecto, mientras que el sector de servicios, lixiviación y colas se ubica en San Juan. Por eso desde ese momento se especulaba con una postergación total, aunque Barrick analizaba seguir adelante del lado argentino y comenzar la explotación hasta que se resuelvan los problemas con la autoridad chilena. Ahora todo quedó a un ritmo más laxo.
Barrick aseguró que se vio obligado a la “recalendarización y reducción de los gastos de capital 2013-2014”, debido a que presentó un plan para “construir el sistema de manejo de aguas en total cumplimiento de las condiciones establecidas en los permisos para que estén concluidas a fines de 2014”. Según la empresa, este plan está sujeto a revisión a cargo de las autoridades regulatorias chilenas. “Después de esto, Barrick espera finalizar el trabajo de construcción que queda por hacer en Chile…En este escenario, se espera que mineral proveniente de Chile esté disponible para ser procesado a mediados de 2016”, explicaron a través de un comunicado. Pero hay otro factor: el económico. “En línea con este marco de tiempo y a la luz de las desafiantes condiciones del mercado y los precios más bajos de los metales, la compañía pretende recalendarizar la construcción de la planta de procesos y otras instalaciones en Argentina, para comenzar a producir a mediados de 2016”
El precio del oro juega un papel fundamental, pues la empresa asegura que como consecuencia de la caída del precio el proyecto se ha depreciado. “Como resultado de las recientes y continuas caídas en los precios del oro y la plata, así como del atraso en la primera producción de oro, la compañía está llevando adelante una evaluación de valorización. Un análisis preliminar indica un cargo por desvalorización del proyecto Pascua-lama en un rango aproximado de US$ 4.500 millones y US$ 5.500 millones finalizará una evaluación de valorización en la entrega de resultados del segundo trimestre del 2013”, adelantaron. En el mismo sentido la empresa anunció que analiza el valor de otros activos.
Todos están pendientes a ese proceso, pues se trata del principal proyecto productivo de San Juan y uno de los más importantes de Argentina. En la construcción de la mina trabajan más de 5 mil personas y cientos de empresas. Para la etapa de exploración se prometieron 1600 empleos.
En Mendoza la noticia hace recordar algo sucedido recientemente: el abandono del proyecto Potasio Río Colorado por parte de la empresa Vale. Aunque se trata de minerales, proyectos y empresas distintas, es difícil no hacer una comparación. Pero la empresa canadiense radicada en San Juan asegura que Pascua Lama sigue. Y una “garantía” de ello es que aún tiene en plena producción la mina Veladero. Para ese proyecto Barrick montó una ciudad a 4 mil metros de altura donde viven los operarios. Desde el año 2005 la mina entró en producción y aún le quedan varios años de vida útil.
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