El plan energético que busca revolucionar Malargüe

La Nación y Mendoza buscan potenciar las actividades en el departamento. Cómo mejorar la matriz energética.


Por Carina Luz Pérez


“Persevera y triunfarás”, dice un viejo dicho popular sobre la persecución de proyectos vitales. Y bien podría caberle el sayo  a los malargüinos que desde hace décadas esperan aprovechar el gas que sale junto al crudo en los pozos petroleros y hoy sigue venteándose. Pero también describe de manera particular la insistencia del Gobierno provincial, desde que empezó su gestión en 2015, para convencer a la Nación de la necesidad y factibilidad de hacer un gasoducto y una central térmica en Malargüe, con un  costo inicial de U$S250 millones.


Esta vez, fue en una charla que mantuvo el gobernador Alfredo Cornejo con el nuevo ministro de Energía, Javier Iguacel, donde volvió a presentar la idea, la misma que le contaron en su momento al ex ministro Juan José Aranguren, en agosto del año pasado, y de la que participaron además, al presidente de YPF Miguel Gutiérrez. El gobierno mendocino apuesta a que sus pares nacionales hagan algo más que entender la importancia de la iniciativa y  compren esa energía que produciría la central.


El proyecto elaborado por Emesa consiste en la instalación de una central térmica de generación eléctrica de 32 MW escalables, la construcción de un nuevo gasoducto de 169 km desde las áreas Los Cavaos y Cajón de los Caballos, y el desarrollo de cinco yacimientos de gas en el Sur de Mendoza.


La obra propuesta permitirá generar electricidad mediante motogeneradores utilizando gas natural como combustible, el cual será transportando mediante la conexión del nuevo gasoducto. Por su parte, la energía eléctrica generada en la nueva Central Térmica será evacuada con una línea de 132 kw de pequeña extensión (de menos de 1 km) hasta la Estación Transformadora de Malargüe.


Desde Emesa explicaron que la obra  ya cuenta  con factibilidad técnica y socio-ambiental. De hecho tiene un terreno elegido de 65 hectáreas, cerca de la Estación Transformadora de Malargüe, para luego conectarla con la  Central Térmica, y así abastecer al Sistema Interconectado Nacional, lo que significará aliviar la generación hidroeléctrica  porque será utilizado el gas natural nuevo, evitando cortes eléctricos, dándole mayor estabilidad al sistema.


En definitiva, de concretarse, no sólo suministrará gas natural de red a los malargüinos, sino que implicará para el Estado nacional un ahorro de 7 millones de dólares anuales en subsidios por combustible que actualmente vuelca para costear el abastecimiento de gas a este municipio sureño con camiones de GLP desde Luján de Cuyo y Bahía Blanca.


A largo plazo, la Central Térmica también influenciará para empezar a sustituir importaciones, porque al inyectar gas nuevo para consumo doméstico e industrial, liberará un cupo aproximado de 20 mil toneladas anuales de propano, el cual podría ser destinado a la exportación.


Entonces, si tiene tantas ventajas,  ¿porque todavía está en espera?  Pablo Magistocchi, director de  Emesa explicó que “para obtener la factibilidad económico financiera y que esto sea atractivo para la inversión privada, hay que resolver la venta de la energía, es decir, que el Gobierno nacional sea el comprador de la energía que vamos a generar (vía Cammesa). Este proyecto ya se presentó al anterior ministro y no se logró el contrato, por eso estamos insistiendo”.


Y agregó que “con la central es adelantarse y hacer más eficiente el sistema para que a todos los argentinos nos cueste menos el gas de Malargüe, hoy fuertemente subsidiado”.


Sin embargo, el funcionario no pudo precisar un tiempo estimativo para avanzar en el proyecto  ya que todavía el Gobierno provincial está en negociaciones con la Nación para hacer el contrato de venta de la energía. Una vez logrado este primer paso, seguirá el llamado a licitación para tentar a inversores privados. El otro camino sería que fuese financiado por el Estado vía presupuesto, lo que es bastante inviable en la medida en que el Gobierno nacional necesita bajar el gasto en $300.000 millones durante el ejercicio 2019.


“Nosotros en Emesa nos encargamos de vender el paquete completo, es decir,  conseguir inversores, pero del contrato de la energía, es tarea exclusiva de la política”, concluyó explicando Magistocchi.


 


Radiografía energética

 La Argentina posee abundantes y diversos recursos energéticos que van desde los hidrocarburos convencionales y no convencionales (que protagonizan su matriz energética), y se encuentran en el subsuelo de las “cuencas sedimentarias”, hasta zonas con inmejorables vientos (eólico) y niveles de radiación solar (fotovoltaico). El recurso hidroeléctrico, que ha sido aprovechado históricamente, también es importante, así como el desarrollo nuclear.


En este gráfico, desarrollada por el Instituto Argentino del Petróleo y del Gas, junto con el Ministerio de Energía y Minería y la Fundación Vida Silvestre Argentina, podemos ver un mapa con las cuencas sedimentarias productivas de hidrocarburos, así como los grandes emprendimientos energéticos.


Las líneas de colores representan los trazados de los grandes ductos y de la red de alta tensión. También se muestran la matriz energética primaria, los potenciales eólico y fotovoltaico y las principales fuentes energéticas, divididas por sus grandes consumidores.